Con solo el 19,61% de los votos, Walter Cortés, secretario general local del gremio de Comercio, se alzó con el primer lugar y será el próximo intendente de la ciudad de Bariloche. Un batacazo y una fuerte sorpresa atento a las encuestas previas. En segundo lugar quedó la actual gobernadora Arabela Carreras con el 15,28%. Se trata de una doble derrota del oficialismo, puesto que pierde la intendencia después de ocho años de gobierno de Gustavo Gennuso y sufre un golpe el actual partido que gobierna la provincia.

El tercer y cuarto lugar fue para dos ramas el peronismo que fue dividido en cuatro sectores. Andrea Galaverna del kirchnerismo alcanzó el 10,19% y Ramón Chiocconi el 9,45%, respectivamente. El quinto lugar quedó para Juntos para el Cambio con Carlos Aristegui con el 7,50%.

El Frente de Izquierda Unidad quedó en el décimo lugar con 1,63% en la categoría intendente y en concejales llegamos a un 3,13%. Se trata de un retroceso importante en relación a las elecciones provinciales de abril y con las Paso de agosto.

Algunas conclusiones

La primera conclusión que se impone es un fuerte rechazo de la población a los partidos tradicionales que vienen gobernando y un gran ausentismo. Es que si sumamos el 40% que no fue a votar con el 13% de votos en blanco, asistimos a que un 50% de la población le dio la espalda a la elección. Junto a ello, la escuálida elección del ganador con solo el 19% refleja una fuerte apatía y una disgregación de todas las fuerzas políticas.

El segundo dato es el batacazo del secretario general de Comercio. Cortés se presentó bajo el sello de un partido provincial, el Partido Unión y Libertad (PUL). Se valió del programa televisivo que conduce, con una gran llegada en los barrios populares, para perfilarse como un “anticasta”, denunciando a todos los partidos por igual y con un lenguaje de corte libertario. Enfocó su campaña en un tono chauvinista, prometiendo trabajo local y potenciar empresas de la ciudad. Este aspecto es fundamental porque en el marco de un boom del turismo, con hoteles y comercios repletos, Cortés explotó las desigualdades que genera el turismo. Son miles de trabajadores/as de Bariloche que no tienen acceso a la vivienda, el transporte es caro y deficitario y la ciudad tiene una “inflación local” al tener turismo internacional.

Además, Cortés incluyó en su lista a militantes “libertarios” que flamearon sus banderas en los festejos, es decir que a dos semanas de las Paso donde Milei arrasó en la ciudad muchos se volcaron por este candidato.

El reciente intendente electo es un peligro y una fuerte alarma a las y los trabajadores en general y los trabajadores municipales en especial. Es que viene de estar 30 años enquistado en el Sindicato de Comercio. El actual secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), Armando Cavalieri, salió a festejar el triunfo de Cortés en una clara evidencia de que estamos ante la burocracia más rancia del movimiento obrero.

Cortés es un saltimbanqui. Fue diputado provincial y aliado de los gobiernos radicales. En su momento fue expulsado del PJ, aunque él se sigue reivindicando como parte del mismo. Cortés demostró que es capaz de todo: a fines de los 90 fue protagonista de un caso por defraudación al Estado. Junto a Omar Goye exintendente (PJ), el gastronómico Ovidio Zúñiga y Víctor Carcar de la Uocra desviaron un subsidio de 2 millones de dólares a empresas fantasmas. Los fondos debían ser destinados al policlínico Arbos, que finalmente quebró. Por este caso, en 2016 fueron condenados a cuatro años de prisión efectiva que cumplieron en el penal de Esquel Chubut.

Las elecciones también reflejaron una gran crisis de todos los partidos tradicionales, principalmente en el peronismo que presentó cuatro listas. Juntos por el cambio perdió el apoyo del radicalismo, lo que dejó un Concejo Deliberante de seis bloques: 3 concejales del PUL, 3 del JSRN, 2 de Incluyendo Bariloche, 1 de Nos Une Río Negro, 1 de Juntos por el Cambio y 1 de Primero Río Negro.

Nuestra elección y los desafíos que enfrentamos

La elección del Frente de Izquierda Unidad fue muy débil, con un retroceso respecto a las provinciales de abril y las Paso de agosto. La campaña del conjunto de los partidos del FIT-U fue endeble, sin presencia en los organismos de masas o de trabajadores de la ciudad y reflejó la baja estructuración. Es indudable que no pudimos canalizar el descontento de amplias franjas de la población que viven y sufren un Bariloche distinto al que muestran las postales y las noticias del turismo.

En la magra elección que realizamos no colaboró la orientación que le imprimió IS. No polemizaron con los partidos tradicionales y firmaron una solicitada en apoyo a las “Pymes de la ciudad”. La consigna de la izquierda al concejo o que nuestros concejales “ganen como una docente” no tuvieron ningún impacto.

Nuestro partido desarrolló su campaña bajo la consigna “Por un Bariloche de los trabajadores, por tus reclamos, vamos con la izquierda”. Mediante este concepto apuntábamos al problema que sufren las y los trabajadores de la ciudad. Es que por un lado, Bariloche sufre una explosión y crecimiento del turismo, y por el otro, se agudizan la falta de vivienda, el transporte y los servicios públicos.

Con estas conclusiones, nuestro partido se esforzará en impulsar un fuerte trabajo de agitación y organización en frentes obreros, en desarrollar un movimiento piquetero independiente con el objetivo de impulsar la lucha contra el ajuste en curso y el debate programático contra los planteos de Milei. Junto a ello, nos apremian las tareas de cara al Encuentro Plurinacional de Mujeres y en el movimiento de la juventud y ambiental. Muy importante es la tarea política de impulsar el voto al Frente de Izquierda de cara a la batalla de octubre.

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