Políticas
2/12/2024
Tierra del Fuego
Basta de cierres de fábrica en la isla, despidos, desocupación y trabajo precarizado
Huelga general y plan de lucha ya.
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Fábrica cerrada.
Claramente el objetivo principal del gobierno ultraderechista de Javier Milei es eliminar la industria textil, y cada vez se ve con más claridad en Tierra del Fuego. El escenario es totalmente apremiante, y para las y los trabajadores el ataque es sistemático y feroz. Teo Grande, fábrica cerrada; Textil Rio Grande fábrica cerrada; Barpla, oficialmente cerrada pero aún los trabajadores resisten y luchan a brazo partido en defensa de los puestos de trabajo; Australtex, nuevamente en conflicto con un periodo de suspensiones laborales actualmente; por último la reciente noticia de que Fabrisur, que ya anunció el cierre de su planta de producción en Rio Grande dejando a la deriva 94 familias en la calle y ya planifica su desmantelamiento y mudar su producción a las provincias de San Luis y Buenos Aires. En las demás plantas textiles han reducido su producción a más de la mitad como resultado de la apertura indiscriminada de las importaciones y una profunda política recesiva que no parece tocar techo. Ya se han perdido más de 550 puestos laborales de los 1.100 que se había registrado el año pasado. El contexto actual solo a agrava aun más la sangría en el sector textil fueguino ante el plan de económico liberal que tiende a hacer desaparecer en el mediano plazo a toda una industria que emplea cerca de 900 puestos laborales.
La provincia más austral del país se encuentra sumida en una profunda crisis laboral y social. Los últimos datos revelan una pérdida del 11% del empleo registrado, lo que se traduce en una pérdida significativa de puestos de trabajo en diversos sectores. El comercio ha visto desaparecer 500 puestos de trabajo, mientras que la construcción ha perdido 1100 empleos. Las metalúrgicas, en particular las fábricas electrónicas, han sido especialmente afectadas, con una pérdida de 4000 puestos de trabajo. La provincia ocupa el segundo lugar en términos de pérdida de puestos de trabajo, lo que refleja la gravedad de la situación. Además, la caída del empleo en el sector informal y la extrema precarización laboral han dejado a muchas personas en una situación de vulnerabilidad, con salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. En este contexto, es alarmante que ya hay 10.000 personas que dependen de comedores populares para alimentarse. Esta situación es un llamado a la acción para que se tomen medidas urgentes y efectivas para abordar la crisis laboral y social que afecta a la provincia.
Por eso, desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad, le decimos a las centrales de CGT, y las CTA, a los sindicatos y a los sectores políticos y a organizaciones sociales que se reclaman del sector popular, que es hora de empezar a unir de manera inmediata una genuina lucha para pelear seriamente y ponerle un freno a las medidas antiobreras del gobierno nacional y sus cómplices políticos. La situación es crítica y requiere una respuesta urgente y contundente.
Creemos que es hora de discutir seriamente con todos los sectores populares una salida que permita una transformación social de raíz. Una salida en la que el movimiento obrero sea la cabeza de esta transformación. Es imperativo que la Ley Industrial Provincial 19.640 esté realmente al servicio de beneficiar al pueblo trabajador, y no seguir financiando la fiesta de las patronales que concentran ganancias multimillonarias. Defender nuestra soberanía territorial en contra del extractivismo y saqueo capitalista que solo destruye nuestros recursos naturales y se fugan hacia el exterior o se destinan al pago fraudulento de la deuda con el FMI es una tarea fundamental.
Además, es fundamental plantear que cualquier fábrica que cierre o despida masivamente sea nacionalizada, estatizada y puesta bajo control de sus trabajadores. Esto es un verdadero plan obrero y popular de fondo que puede garantizar la justicia social y la igualdad para todos.