Políticas

6/7/2022

Batakis sigue la misma receta fracasada para contener la devaluación

Mientras plantea tasas positivas se siguen malvendiendo los dólares del Banco Central para financiar la corrida.

Silvina Batakis, nueva ministra de Economía.

Mientras la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, intenta despejar rumores de devaluación alegando sentirse cómoda con el tipo de cambio oficial, el gobierno toma medidas que ya fracasaron a la hora de morigerar el precio del dólar y que dejan en pie todas los mecanismos para que continúe la corrida. Por lo tanto, las declaraciones de la funcionaria no tranquilizan a nadie y es necesario que los trabajadores nos preparemos para defender nuestras condiciones de vida.

Las políticas para mantener a raya el tipo de cambio vuelven como un boomerang y terminan generando el efecto inverso. Por un lado, la venta de dólares del Banco Central en función de contener la disparada de las cotizaciones paralelas -en los últimos días la entidad utilizó casi todo el saldo comprador de junio para tal fin- termina horadando las reservas, y, por consiguiente, se deprecia la moneda local. En el mismo sentido actúa el pago de vencimientos de deuda externa, sin embargo, el 9 de julio el gobierno gatillará USD 700 millones en concepto de intereses a los bonistas privados que ingresaron al canje de deuda del 2020.

A su vez, Batakis se mostró partidaria de desalentar la dolarización otorgando mayores incentivos en el mercado de deuda en pesos. De este modo, afirmó que “las tasas tienen que ser positivas” y que necesitamos “nuevos instrumentos financieros para ofrecer inversiones atractivas”. No obstante, lo anterior acentuará el carácter insostenible del endeudamiento nominado en moneda local, generando las condiciones para que se produzca una corrida mayor en el futuro, dando lugar a una devaluación abrupta.

Por otro lado, el propio gobierno, en el afán de sostener el esquema de deuda en pesos, termina financiando la corrida cambiaria. Ante el desprendimiento masivo de títulos del Tesoro por parte de los bancos y los fondos de inversión, el Banco Central emitió más de $600 millones para recomprar esos bonos y amortiguar su caída, puesto que son la principal vía de financiamiento del Estado frente a las restricciones monetarias impuestas por el FMI y a un mercado de crédito internacional vedado para Argentina fruto de su bancarrota, cuyas causas las encontramos en la incesante fuga de capitales bajo todas sus formas. Con esos pesos provenientes del BCRA, los acreedores adquirieron dólares financieros, haciendo saltar su cotización.

Más allá de lo cómoda que se sienta Batakis con el dólar oficial, lo cierto es que el gran capital viene ejerciendo cada vez más presión sobre el tipo de cambio y la impotencia del gobierno es absoluta. Por ejemplo, es un observador pasivo de cómo los productores de soja se sientan sobre sus granos a la espera de una devaluación, atentando contra las reservas. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, “en esta campaña se está dando la menor comercialización de la oleaginosa de los últimos 19 años en términos absolutos” (Clarín, 5/7). Sucede que todas las variantes del peronismo y la oposición patronal son defensoras del control privado de los resortes económicos, como son la banca y el comercio exterior, con lo que las riendas del país las tienen los capitalistas. Así las cosas, se mantienen todas las condiciones para que el mercado le imponga al gobierno una devaluación por la fuerza.

Sí serán de la población trabajadora los padecimientos que acarrea una disparada en el tipo de cambio, como el salto inflacionario y la suba de tarifas. A menos que derrotemos por medio de la lucha esta embestida y se abra paso una salida de los trabajadores a la crisis. En ese camino, copemos la Plaza de Mayo este 9 de julio contra el ajuste del gobierno, el FMI y la derecha.