Políticas

7/11/2016

“Belleza por un Futuro”: las peluquerías de la ministra Stanley


La Ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, lanzó de la mano de la francesa Fundación L´Oreal, una capacitación para que mujeres desocupadas aprendan el oficio de peluqueras y maquilladoras. El objetivo sería que 1.500 personas accedan con este programa a un empleo para el  2020.


La primera etapa del plan contempla 130 alumnas, que una vez graduadas, serán monitoreadas para su inserción laboral por la Fundación Pescar, una ONG de impronta clerical,  bancada por empresas como Dow, IBM, Nidera, Santader Rio y Coca Cola, entre otros grupos capitalistas. El título contará además con la Certificación de Formación Profesional del Ministerio de Trabajo.


Esta iniciativa nace con una clara impronta precarizadora, tal como se puede leer en el sitio oficial del programa “Las profesiones de peluquería y de maquillaje permiten una amplia flexibilidad laboral: trabajo en el hogar, en el domicilio del cliente, en un salón de peluquería o en centros de belleza. Por lo tanto se trata de oficios con marcado perfil emprendedor” Apuntan a la autoexplotación y el trabajo en negro, un reforzamiento de la discriminación laboral contra la fuerza de trabajo femenina, que predomina entre los trabajadores desocupados y precarizados, según los últimos datos del INDEC.


Debido a que el programa incluye a personas trans, los mentores se congratulan a sí mismos  “en la confirmación del impacto social positivo que puede generar la colaboración entre las empresas, el tercer sector y el ámbito público. Estamos felices porque es un proyecto que reivindica la diversidad como nuevo paradigma de la igualdad de género y la formación para generar empleo”. 


Este es un paradigma estigmatizante, que confina a las mujeres y personas trans a tareas poco calificadas, y por ello, peor remuneradas. Las mujeres ocupan la mayor cantidad de puestos asociados al rubro servicios (peluqueras, enfermeras, docentes, secretarias, empleadas domésticas), una extensión de las tareas domésticas al mundo del trabajo.


El asunto, sin embargo, es mucho más grave, ya que con este tipo de planes el gobierno de Cambiemos apunta a encubrir la masacre de despidos y suspensiones que asola Argentina. Con este maquillaje social irrisorio -1500 puestos “en negro” de acá a tres años- pretende matizar los 200.000 despidos del último año y las decenas de miles de suspensiones que arrecian en la industria.  


Con esta campaña, además, el pulpo L´Oreal forma una fuerza de trabajo a su medida, al tiempo que refuerza su posición monopólica al estimular la venta de sus productos cosméticos, a partir de la publicidad favorable de la “responsabilidad social empresaria”. Este grupo factura más de 30.000 millones de dólares por año y es número 2 en consumo masivo y número 1 en productos de lujo, dermocosmética y peluquerías  en Argentina.


Los datos de ocupaciones en la Argentina marcan una fuerte discriminación contra la parte femenina del colectivo obrero. Las últimas estadísticas oficiales indican que el desempleo femenino escaló al 10,5% en el segundo semestre de 2016; la subocupación de las mujeres al 13,9%; la brecha salarial es de 27,2 por ciento; la desocupación  afecta a al 22,3% de las chicas menores de 30 años y llega el 25% entre las jóvenes bonaerenses (Página 12, 21/10).


Luchemos por trabajo genuino y capacitación a cargo de las patronales.