Políticas

10/2/2005|886

“Beneficios impositivos” para Techint, Repsol, Cargill, Peugeot


Los grandes grupos económicos, ya beneficiados con la devaluación y la pesificación de sus deudas, ahora se llevarán otra tajada. El Estado “nacional y popular” pondrá nada menos que 1.200 millones de pesos por año (en un plan de tres años) a través de la devolución anticipada del IVA y de una reducción en el pago del Impuesto a las Ganancias para esos pulpos. Hay, además, una suma indefinida para los negocios vinculados a la construcción de los gasoductos.


 


De esta manera, el “modelo” de “empleo y producción” de Kirchner-Lavagna a favor de las pequeñas empresas tiene nombre y apellido. Se llama Siderca y Siderar –del grupo Techint–, Peugeot, Volkswagen, Aluar, YPF-Repsol, Dreyfus, Aceitera Dehesa y hasta la multinacional Cargill.


 


Todos estos grupos exportan a 3 pesos el dólar, aumentaron sus precios más del 200% en el mercado interno acompañando la devaluación, y convirtieron sus deudas, con la pesificación, al cambio de 1 a 1. Todos estos grupos, que pagan salarios pesificados, registran ganancias extraordinarias.


 


A cambio de la promesa de invertir (cosa que esos grupos igualmente realizarían dado los altos beneficios que están sacando de la Argentina), el gobierno los ‘incentiva’, ahora, con beneficios impositivos que salen del congelamiento de los salarios y las jubilaciones y de los impuestos al consumo. De esta manera, con dinero del Estado esos grupos avanzan en la concentración económica.


 


Con las inversiones prometidas, esos grupos prevén crear unos 2.000 puestos de trabajo. O sea que cada empleo tendrá un costo para el Estado de 600.000 pesos. Esto para el kirchnerismo es un modelo de política de empleo.


 


Pero hay más. En el caso vitivinícola, el gobierno acaba de suscribir un acuerdo con Bodegas Chandón mediante el cual ese grupo se quedará por 10 años con el impuesto interno del 12% a cambio de invertir un 25%. Como el cobro de ese impuesto ronda los 12 millones de pesos y Chandón se compromete a invertir 15 millones por año, el 80% de la inversión la pone el Estado.


 


Esta es la manera en que el kirchnerismo le está poniendo fin al supuesto “Estado ausente” de la época menemista.