Políticas

29/5/2008|1038

Bolivia: Fabriles contra el racismo y el fascismo

1) Este 25 de mayo, a los 199 años del festejo del departamento de Chuquisaca, nuevamente grupos fascistas protagonizaron hechos de violencia contra campesinos que se dirigían al estadio Patria a convocatoria del gobierno(…) ¿ésta es la autonomía que quieren imponer?. No son hechos aislados  (…) La clase obrera fabril ratifica su solidaridad con los explotados del campo y su solidaridad material para derrotar a estas hordas fascistas.

2) Para los trabajadores del campo y la ciudad, este hecho se convierte en una nueva advertencia que debe ser analizada profundamente ¿hacia dónde va la situación política de nuestro país? ¿Cómo enfrentar a las fuerzas contrarrevolucionarias que adquieren cada vez más un perfil fascista? ¿Qué debe hacer la clase obrera fabril? ¿Qué salida podemos plantear?

3) Está claro a la vez que las elites sucrenses (elites, porque no constituyen todavía una clase social) se han convertido en socias menores de la burguesía agroexportadora, de las transnacionales petroleras y el imperialismo norteamericano, esto en la perspectiva de derrocar al gobierno de Evo Morales, o en su defecto limitar más todavía las reformas que impulsa el gobierno de la "revolución democrática".

4) Los hechos de violencia protagonizados por las nuevas falanges fascistas están impregnados, muy particularmente en Sucre, por el espíritu criollo de la colonialidad (…). Las elites chuquisaqueñas del pasado y de ahora fueron en buen tramo de nuestra historia republicana las herederas del régimen colonial, asentada en la explotación de la mano de obra campesina, en su pongueaje, fueron representantes de la minería de la plata fuertemente ligadas al capital imperialista de ese momento, el inglés.

En la Guerra del Pacífico, tuvieron una actitud claramente ligada a no entorpecer las relaciones comerciales con Chile dado su subordinación al capital imperialista inglés.

5) Desplazadas del poder en la guerra federal y el surgimiento de la minería del estaño, y el desarrollo capitalista impulsado luego de la revolución obrera de 1952, que se desarrolló en dirección hacia el oriente y la consolidación de una burguesía occidental y oriental, los ricos de Chuquisaca nunca verán nuevamente el poder de que gozaban (…).

6) Dentro de todo este proceso histórico, la elite sucrense siempre fue el socio menor de los distintos gobiernos populistas o neoliberales. Con la crisis energética que ha elevado los precios del petróleo a cifras históricas, la presencia en nuestro país de grandes

transnacionales, y la pelea mundial que existe por el control de los recursos naturales estratégicos como el GAS,  los Jaime Barron, las Aida Nava, los Jhon Cava, los Fidel Herrera, junto a sus pares de Tarija, apuestan a una nuevo reacomodo dentro de las clases dominantes de nuestro país (…).

7) Para los trabajadores debe estar claro que las clases dominantes siempre dirigieron los destinos del país, nunca les interesó el desarrollo industrial de Bolivia (…).

8) Para el gobierno debe estar claro que su oposición fascista no busca ningún tipo de arreglo negociado (…). Enero de 2007 en Cochabamba, los continuos amedrentamientos contra las organizaciones sindicales en Santa Cruz, los constantes hechos de violencia de Sucre contra las organizaciones campesinas, trazan un claro camino de inicios de gérmenes de una guerra civil (…).

9) Para el gobierno del MAS, para los trabajadores y la clase obrera, debe estar claro que no existe camino intermedio entre una revoluciona social o el fascismo, entre la revolución o la contrarrevolución. Le recordamos al compañero Evo Morales, que la experiencia histórica demuestra que no aprender esta enseñanza, le costó incluso la vida a Salvador Allende, en el  Chile de los años setenta (…).

10) ¿La hora del Thermidor ha llegado? La situación mundial de crisis profunda del capitalismo, el impasse de los distintos gobiernos populistas en América Latina, ha llevado que la derecha fascista en nuestro país empiece a acelerar sus planes de reconquistar el poder (…).

11) En estas circunstancias, la definición de una clara política revolucionaria, antecede a la acción para derrotar a la contrarrevolución. El segundo paso es el potenciamiento de las organizaciones sindicales proletarias y campesinas, una masiva sindicalización. Convocamos a la clase campesina-originaria a efectivizar la alianza obrero campesino (…), esto solo puede hacerse fortaleciendo a nuestra Central Obrera Boliviana.

12) En esta perspectiva convocamos a las organizaciones obreras de Latinoamérica, a preparar una gran agitación entre los trabajadores, Bolivia sólo es el escenario de una arremetida contrarrevolucionaria a nivel de toda la región. En ese sentido va dirigida la estructuración de la IV Flota del ejército norteamericano, los constantes ataques al gobierno venezolano, los incidentes entre Colombia y Venezuela y Ecuador, que apunta a una guerra regional.

¡¡¡Unidad de los Trabajadores para derrotar al fascismo racista!!!

 

Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia