Debido a las amenazas recibidas por los obreros de Zanón y del subte, los obreros de Brukman se movilizaron frente a la Casa de Neuquén (donde participó el PO, con la presencia de Néstor Pitrola y Marcelo Ramal). Hacía dos años que los trabajadores de Brukman no marchaban con otros trabajadores, esto como producto de la influencia derechista que tomó el control de la mayoría de la cooperativa. Los compañeros denunciaron en la movilización los ataques a los trabajadores de Impa, Bauen, Ghelco (Cooperativa Vieytes) y Grissinópoli; se pronuncian por el desprocesamiento de 4.000 luchadores; denuncian a los funcionarios del gobierno de la Capital por la masacre de Cromañón y reclaman la liberación de los presos de la Legislatura y Caleta Olivia. La marcha pasó por Ghelco para protestar contra la decisión del juez de declarar inconstitucional la expropiación de dicha fábrica. Luego del acto frente a la Casa de Neuquén, marcharon junto a otras organizaciones a solidarizarse con los trabajadores de Infosic –la agencia de noticias que sufrió el vaciamiento de Spolski (el que liquidó el Banco Patricios) y Cía–.

 

La causa Brukman

 

A pesar de la ley de expropiación y de que la fábrica está produciendo, la causa penal contra los obreros sigue avanzando. El Estado se ensaña con los trabajadores que osaron cuestionar la propiedad privada.

 

En la causa se ha citado a declarar a cuatro nuevos trabajadores y a ampliar la indagatoria a otra obrera. Aunque el mismo auto quita a la vieja patronal de Brukman el carácter de querellante por considerar firme la quiebra, continúa en el reconocimiento del síndico como administrador de la quiebra.

 

Así como se logró la absolución de los estudiantes Salgado y Ogando en un juicio político, debemos responder a esta escalada judicial contra los compañeros de Brukman con una mayor movilización.