Políticas

27/4/1993|389

Brunelli quiere una “jornada de entierro”

En las últimas semanas se ha desarrollado en el cordón de San Lorenzo un verdadero “plan de lucha” patronal contra los trabajadores: Cerámica San Lorenzo cerró sus puertas y despidió a 500 trabajadores; Sulfacid (química) despedía a cien trabajadores, incluyendo a la comisión gremial interna, para imponer la “flexibilidad” laboral que, en este caso, se traduce en la más completa insalubridad laboral. El mismo ataque se reproduce en Duperial, Pasa y otras fábricas. A veinte kilómetros de distancia, Rosario era sacudida por una huelga de cinco días en las principales empresas de transporte urbano por mejoras salariales.


Este panorama empujó a Naldo Brunelli a “subir” hasta el cordón. Aunque el secretario general ya había amenazado con “500 paros”, no fue capaz de proponer ninguno en apoyo a San Lorenzo y a las numer osas luchas del interior. En diferentes declaraciones a los medios se hizo portavoz, en cambio, de los planteos de las patronales de la zona: “mejora del tipo de cambio real”, “tarifas razonables”, etc. Al día siguiente del regreso de Brunelli, los obreros de Cerámica San Lorenzo aceptaron la indemnización ofrecida por la patronal ante la ausencia de toda iniciativa de lucha por parte de la CGT regional y nacional.


¿Cuál puede ser, entonces, la expectativa del movimiento obrero regional frente al acto convocado por la CGT nacional en San Lorenzo? El secretario adjunto del sindicato químico de San Lorenzo (uno de los despedidos de Sulfacid) lo expresó de este modo: “necesitamos que la dirigencia nacional se haga eco de lo que está pasando… no que nos peguen palmaditas en la espalda” (La Capital, 21/4).


Nada de una jornada de “responso” para los compañeros cesanteados o “flexibilizados”, reclamemos una acción de conjunto. Por la reapertura de las fábricas cerradas bajo control de los trabajadores; reincorporar a todos los compañeros de Sulfacid; abajo el plan de “ajuste educativo” de Reutemann; 500 pesos de jubilación mínima y 1.000 de salario mínimo. Por todo esto: paro activo de 36 horas y plan de lucha nacional.