Políticas

23/9/1993|402

Buenos Aires amenazada por la Patria Inmobiliaria

Con bombos y platillos Menem y Cavallo anunciaron en una reunión de gabinete el lanzamiento de un nuevo plan de urbanización para la zona de Retiro. Este plan abarca 93 hectáreas desde Retiro hasta la calle Salguero, en lo que es considerado una “reserva urbanística” de la Capital. En él se plantea reunir las terminales ferroviarias del Mitre y el Belgrano en una sola gran terminal en el Ferrocarril San Martín. Para ejecutar esta “reconversión” de las terminales ferroviarias, habría que invertir de inmediato 90 millones de dólares, que el gobierno espera recuperar luego con la venta de los lotes, que totalizaría similar cifra. “El Estado no busca un resultado económico, sino mejorar la calidad urbana de ese sector”, declaró el administrador de bienes del Ministerio de Economía, Ordóñez (La Nación, 16/9).


En dicha zona se montaría un gigantesco plan inmobiliario —oficinas, viviendas, hoteles— diseñado por consultoras internacionales y grandes inmobiliarias nacionales (Ezcurra Medrano, etc.) con participación de las grandes empresas constructoras (Techint, Macri, etc.).


La gran terminal del Mitre sería preservada “para uso público y comercial” (Clarín, 16/9), dijeron los voceros, adelantándose a los planes para instalar allí un gigantesco shopping.


Esto explica la campaña que hace unos meses lanzó el presidente Menem sobre la seguridad del aeroparque y su propuesta de trasladar todo al aeropuerto de Ezeiza. Es que un gran emprendimiento inmobiliario no se puede desarrollar si no se desplaza el aeroparque, que impide la construcción de altos edificios. Lo que está en juego es un área de más de 200 hectáreas de tierras fiscales, que se sumaría al Plan Maestro de Puerto Madero, ya en marcha, donde se construirán 18 torres de gran envergadura.


Este anuncio antes de las elecciones es un verdadero regalo de Menem-Cavallo para la patria inmobiliaria y los capitanes de la industria, para obtener el “voto” (apoyo político y financiero) del gran capital en la campaña electoral y reeleccionista.


La “oposición” cómplice


El carácter especulativo del negocio (venta de tierras fiscales, valorización de la propiedad inmobiliaria, financiación estatal, etc.) que interesa al gran capital, hace que la “oposición” radical, “centrista” y centroizquierdista haga una “oposición” limitada al proyecto. Como para no romper lanzas con los especuladores capitalistas. El concejal Franco (Partido Federal) reclama “discutir las normas urbanísticas que se van a fijar en el faraónico emprendimiento”. EL concejal del Partido Demócrata, Azareto, lo considera “interesante siempre y cuando se cumplan algunas premisas”. Camaño, de la Democracia Progresista, lo considera positivo si sirviera para solucionar problemas de la vivienda. Los radicales propugnan que “se establezca zonificación urbana parque (sólo se permite construir edificios de poca altura) hasta tanto no sea debatido en profundidad el proyecto integral”. Luego vienen las “excepciones” como las de las torres Madero y tantas otras a las que nos tiene acostumbrados el Concejo Deliberante. La oposición del Frente Grande, a través de su concejal Ibarra, se remite a cuestionar que “si no se resuelven los grandes problemas de infraestructura de servicios … tendrá impacto negativo en Retiro en particular, y en la Capital en general” (El Cronista, 17/9).


Los que sí han elevado una oposición cerrada son las organizaciones ecologistas, porque se quitan las últimas reservas verdes de la ciudad y se interponen nuevas murallas de cemento entre Buenos Aires y el río.


Por otra parte, esto no responde en lo más mínimo a las necesidades de la población. Los habitantes de la Villa de Retiro van a ser erradicados de la zona con la excusa de que por allí pasará una autopista, pero en realidad es para no “afear” las inversiones capitalistas en el nuevo distrito de lujo. El llamado “Plan Arraigo”, por el cual se había anunciado la entrega de tierras y urbanización de 50.000 habitantes de las villas capitalinas, está paralizado. No sobrepasa la propaganda electoral. Los 19 millones de dólares que figuran en el presupuesto municipal del ’93 están dibujados, porque no se ha invertido un solo peso de ellos en la urbanización. En cambio, aparecen “adelantados” los 90 millones para remodelar Retiro, porque esto beneficia directamente los negocios del gran capital.


El PARTIDO OBRERO llama a movilizarse enérgicamente para rechazar de cuajo este “emprendimiento” especulativo del menemismo, que el pueblo de la Capital deberá pagar durante muchas décadas no sólo con un agravamiento de sus condiciones ecológicas, sino con el financiamiento de las arcas municipales. No al “consenso” con los especuladores.