Políticas

27/7/2017

Buenos Aires: desmantelamiento de las Unidades de Pronta Atención y crisis sanitaria

Otro eslabón en la destrucción de la salud pública.

delegado congresal de Cicop, precandidato a concejal de Avellaneda


Las unidades de pronta atención (UPA) fueron la bandera de la salud del gobierno de Scioli a pesar de que acentuaron la desfinanciacion de la atención primaria de la salud y de que sus programas no son más que una extensión de la guardia externa de los hospitales. Carecen de consultorios externos y médicos de cabecera. La creación de los UPA trató de tapar el deterioro de los hospitales bonaerenses a la vez que su construcción fue parcialmente financiada por organismos internacionales de crédito, constituyéndose en un negocio más de la deuda. A pesar de todas estas características, la política de Vidal apunta a una profundización de la crisis sanitaria.


 


Durante el gobierno de Vidal las UPA vienen sufriendo un abandono que las condena a su extinción al ritmo de la crisis de la salud pública, la cual es de características históricas, mientras se promueve la privatización de la atención de la mano de la Cobertura Universal de Salud (CUS) de Macri, que habilita la codirección de los hospitales públicos por gestores privados. Al compás de esa crisis es que la población enferma de patologías fácilmente prevenibles, evidenciando el fracaso de la promoción y la prevención de la salud, inherentes a la atención primaria.


 


Del total de las 19 UPA que se inauguraron todas se encuentran con una carencia severa de personal médico e insumos alarmantes o pasaron al cierre total, como la UPA 19 de General Madariaga.


 


Los médicos fueron captados para realizar sus tareas en las UPA –muchas ubicadas en el interior de la provincia– con el pago de un plus de guardia adicional por encontrarse en zonas peligrosas, en algunos casos alejadas. En muchos casos el gobierno provincial ha quitado ese plus salarial, lo cual acentúa el déficit de personal, mediante el alejamiento de esos médicos.


 


Un caso particular es la UPA 1 de Lomas de Zamora, en la cual se conformó una planta médica con personal municipal y provincial. En el último mes, el intendente Insaurralde decidió la quita de colaboración a la misma y retiró a 7 médicos, por lo que la UPA quedó al borde del cierre por falta de profesionales. 


 


La UPA 17 de Quilmes fue de las ultimas en inaugurarse con rapidez porque apremiaba para la campaña presidencial de Scioli, pero sin personal médico. Luego se cubrieron parcialmente las guardias, pero actualmente se están retirando médicos de la guardia del hospital Iriarte para cubrir con un solo médico en la UPA toda la demanda de pacientes.


 


En Lanús, la guardia del hospital Evita hace más de 1 año que se encuentra en refacción y con atención restringida; el UPA 3 está sustituyendo sus funciones y las de terapia intensiva, aún sin disponer medicación básica como analgésicos o antiespasmódicos, lo que conlleva un riesgo enorme para los pacientes. Incluso se han trasladado paciente entubados del hospital a la UPA, sosteniendo así una atención de terapia intensiva sin el sostén de atención que requiere ese tipo de pacientes, y sin los especialistas ni los enfermeros capacitados para tal fin.


 


La UPA de Avellaneda, también sufre la falta de medicación e insumos, y tiene serias dificultades para cubrir de manera eficiente las guardias de fin de semana.


 


La atención deficiente, tardía o en condiciones de precariedad en las UPA, resulta en la derivación de los pacientes al hospital de referencia en no precisamente las mejores condiciones de salud, especialmente los niños.


 


Esta realidad se repite de un UPA a otro, al calor del desmantelamiento y el cierre de servicios en los hospitales públicos. Mientras, sus trabajadores trabajan en las peores condiciones y con salarios de miseria, y han recibido un absurdo aumento salarial del 18 % en cuotas.


 


Desde Tribuna de Salud y el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, llamamos a  todos los trabajadores de la salud a organizarnos contra el ajuste de Vidal, y a sostener una campaña enérgica de defensa de la salud pública, contra la CUS y cualquier política privatista de la salud.


 


Triplicación del presupuesto de salud, No al cierre de las UPA.


 


Plan de salud en todos los municipios para fortalecer la atención primaria de la salud, y sus programas de promoción y prevención, centralizado a nivel nacional.