Bunge y Born, saqueador histórico de la nación
Retrato de la “super-patria” contratista, financiera, exportadora e industrial

Seguir
A medida que fue trascendiendo que Menem le entregaría al grupo Bunge y Born el control del ministerio de economía, comenzó un sutil "lavaje de cara" de este centenario pulpo y el correspondiente 'lavado de cerebro" de la población. Rápidamente los periodistas “nacionales", "populares" e "izquierdistas” descubrieron que Bunge y Born era "una empresa nacional” "industrialista” y completamente ajena al saqueo de las finanzas del Estado, que los capitalistas obtienen con "reembolsos", "promociones", 'capitalizaciones", “avales”, "subsidios" y "evasiones".
¡Que la proclamación de la “pureza” de Bunge y Born constituía un abierto ataque a todo el capitalismo restante, no fue obviamente percibido por los aduladores! En la jungla del saqueo había un BB de cien años, inocente de cualquier atropello.
Pero resulta que el grupo Bunge y Born fue uno de los beneficiarios de la estatización de la deuda externa. Los que prometen venir con dólares bajo el brazo, se sacaron de encima deudas por unos 100 millones de dólares y las transfirieron al Estado, para que las pague finalmente el pueblo argentino. ¡Figuran primeros en el ranking del saqueo!
Según información oficial difundida en 1985, las empresas del grupo Bunge y Born estatizaron las siguientes deudas:
Bunge y Born 11.388.000 dólares
Grafa 23.040.000 dólares
Molinos 9.624.000 dólares
Compañía Química 7.119.000 dólares
Atanor 35.594.000 dólares
Centenera 6.886.000 dólares
Sulfacid 166.000 dólares
Total 93.817.000 dólares
La cosa no termina aquí.
Las empresas de Bunge y Born son también unas de las beneficiarias de la “promoción industrial", lo que les permite quedarse durante 20 años con los impuestos al consumo que le cobran a la población. Se calcula que por esta "promoción” el Estado paga por ario 1.000 millones de dólares, una parte de los cuales va a manos de Bunge y Born. El "grupo" tiene por lo menos 7 empresas, entre ellas Grafa (San Luis) y Grafalar (La Rioja), que viven de los "subsidios" de la “promoción".
El maridaje de Bunge y Born con Menem comenzó en La Rioja a través de la instalación en la provincia de Grafalar. La empresa 'riojana" se instaló con dinero del Estado porque la “promoción" le permitió constituir el 75% del capital de Grafalar con los impuestos adeudados de Grafa de la Capital Federal. A su vez, durante 20 años Grafalar no paga impuestos de ningún tipo, ni nacionales ni provinciales ni municipales.
Bunge y Born se ha extendido a la petroquímica. Controla Atanor y Petroquímica Río Tercero. El presidente de la Cámara patronal petroquímica es un hombre de Atanor, firme partidario de que se mantenga el subsidio del petróleo y del gas de YPF a los pulpos petroquímicos, que los funcionarios radicales estimaron en 90 millones de dólares por año.
Pero Bunge y Born no solamente exporta cereales sino también productos “no tradicionales". Por este concepto recibe "reembolsos" del Estado por el equivalente al 30% de las ventas que declara. Una suma tan formidable transforma al consumidor en el verdadero artífice económico de la exportación, y a BB solo en su beneficiario parásito.
Bunge y Born está tan lejos de ser un grupo desvinculado de la “patria contratista", que integra con los mayores contratistas del Estado (Techint, por ejemplo) el “grupo María", un poderoso sindicato de patronales monopolistas.
Bunge y Born no ha dado ni un paso, como se puede ver sin el sostén y el subsidio del Estado. Bunge y Born construyó su fortuna a través de la intermediación parasitaria exportadora, que consistió en comprar las cosechas a los pequeños y medianos productores agrarios a precios ínfimos. El Estado aquí se abstuvo de intervenir para que el monopolio exportador pudiera reventar a los chacareros.
El imperio Bunge y Born se construyó sobre la base de la ruina de los pequeños y medianos productores del campo y de las finanzas públicas.
Se dice que Bunge y Born es un grupo nacional, pero su centro de operaciones, y por sobre todo sus cuentas, está en Suiza. Allí el grupo tiene 5 “financieras”, que manejan los dólares que obtienen de Argentina y de otras partes del mundo. Esto le permite organizar en forma impecable las evasiones financieras y las fugas de capitales.
De los 46.000 millones de dólares que se fugaron del país, a partir de 1981, la parte más suculenta se la llevó Bunge y Born. No es nada casual que una de las empresas controladas por BB —Industrias Reconquista— haya tenido a Martínez de Hoz como presidente.
Bunge y Born "creció" como nunca bajo el gobierno alfonsinista. Entre 1983 y la actualidad “el holding aumentó en nada menos que 27 sociedades hasta fines de 1987” (Página 12, 28/5). Después de hacer su primavera bajo la dictadura se hizo el verano con la "democracia".
Ahora, sin embargo, obtuvo la tajada más grande, gracias al caos económico promovido entre otros por Bunge y Born.
El actual ministro de economía, Jesús Rodríguez, denunció hace menos de un mes a Bunge y Born como una de las empresas que no liquidaba las divisas de exportación, promoviendo así la subida del dólar. Y no es para menos. El “grupo" exporta por más de 1.000 millones de dólares al año. Es el responsable del actual caos y uno de los principales beneficiarios de ese aumento imparable del precio de la harina, el aceite, la mayonesa, la margarina, y en general de todos los productos alimenticios, fabricados en empresas de Bunge y Born.
Bunge y Born hace varios meses se "peronizó" y hoy uno de sus hombres fue elegido futuro ministro de economía por Menem. Según Ámbito Financiero; fue el grupo capitalista que más aportó a la campaña de Menem! Ahora le pasan a éste la factura.
Con semejantes antecedentes, no es necesario saber futurología para pronosticar la política económica que este Miguel Roig intentará aplicar.
La esencia del plan bautizado BB consiste en contraer nuevas deudas con el exterior para pagar unos 1.300 millones de dólares por los títulos de la deuda interna que están en manos precisamente de las empresas de Bunge y Born y el Citibank. Un crédito con garantía nacional, BB lo transformaría en otro con garantía internacional, y por supuesto que a intereses mayores.
Aun así el plato fuerte estaría en permitir que los exportadores “argentinos" —o sea Bunge y Born— puedan liquidar sus exportaciones en títulos de la deuda externa, en lugar de hacerlo en dólares. El gobierno aceptaría esos títulos a un precio mayor que el de su cotización actual, aumentando así considerablemente los beneficios de BB. ¡"Siembren" le dijo entonces Menem a la Rural, que BB tiene que exportar a cambio de papelitos que valen menos que el Austral!
Todo esto no es todavía una radiografía de BB, grupo ultrasecreto, sino apenas un esbozo.