La lucha contra el proyecto de ley de Emergencia Económica, enviado por el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta a la Legislatura, crece a medida que se difunde entre los trabajadores su contenido nefasto. El congelamiento salarial, la habilitación del pago en cuotas y el congelamiento de la planta, que amenaza a más de 18.000 precarizados, causó una conmoción.

En las últimas horas se conoció que el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta introduciría cambios. Ya en la última reunión de la Comisión de Presupuesto, el oficialismo había colocado un piso de tres salarios mínimos (51 mil pesos en bruto) para la habilitación del pago en cuotas de los salarios, en un intento de presentar la medida como una consideración con los trabajadores de ingresos más bajos. También colocó la exclusión de los trabajadores de la salud que son precisamente los que están poniendo el cuerpo ante la pandemia. Pero estas medidas dejaban en pie la cuotificación del 75% de los trabajadores.

Ahora ha trascendido que Larreta retiraría el artículo 19, el de la cuotificación de los salarios, en un intento de salvar el conjunto del proyecto, el congelamiento salarial en primer lugar. Esto solo podrá ser verificado el jueves en el recinto, porque las modificaciones se presentarían sobre tablas -es decir, sin presentar un proyecto nuevo y sin pasar por ninguna reunión de comisión.

A pesar de haber quedado excluidos de la cuotificación de los salarios, los trabajadores de la salud también mostraron su repudio porque además de constituir un ataque al conjunto de los municipales, el proyecto de emergencia no satisfacía ninguna de las demandas por las que se movilizaron en la jornada del 28 de abril.

El sindicato docente Ademys resolvió marchar el jueves 7 contra el proyecto. La Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad también resolvió marchar.

El Partido Obrero de la Ciudad y el legislador Gabriel Solano apoyaron la movilización con una declaración. La intervención de Solano en la última sesión, defendiendo la necesidad de movilizarse, tuvo una gran repercusión entre los trabajadores. Además, presentó un proyecto para que la crisis la paguen los bancos y los especuladores inmobiliarios con mayores impuestos. Contrastó con la actitud de los legisladores del Frente de Todos que plantearon reparos parciales al proyecto.

¿Y los sindicatos?

En un primer momento, desde la directiva de Sutecba, gremio aliado a los dos oficialismos, nacional y de la Ciudad, desmentía que el proyecto afectara a los trabajadores, cuando ardían los grupos de whatsapp de trabajadores indignados. Luego ante la evidencia sacó un comunicado rechazando el artículo 19 del pago en cuotas y nada más. No convocó a ninguna medida de lucha y ahora ha anunciado que el artículo 19 sería retirado, atribuyéndose el triunfo parcial que esto constituiría si se confirma. Una vergüenza. Además, el resto de los puntos queda en pie.

Tampoco convocó a ninguna medida de lucha la UTE ni ATE Capital, sindicatos alineados con el kirchnerismo, a pesar de que también por la indignación de las bases rechazaron el proyecto. En las últimas horas convocaron a una suelta de globos por las redes sociales.

Es claro que la crisis y el recule parcial del gobierno, si se confirma, se deben en primer lugar al repudio generalizado surgido desde abajo y que fue tratado de contener por la burocracia sindical. 

Luego por la firmeza de los sindicatos combativos, que decidieron movilizar aún en cuarentena, entendiendo que, tomando las medidas de seguridad y distanciamiento necesarias, había que enfrentar al gobierno que quiere aprovechar las limitaciones a la circulación para hacer pasar un mazazo contra los trabajadores.