Políticas
7/3/2025
Cacerolazos en barrios de CABA por los apagones en medio de la ola de calor
Miles de vecinos continúan sin suministro eléctrico y los cortes de luz prometen continuar.

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Cortes de luz.
Los cacerolazos se hicieron sentir en la Ciudad la noche del jueves, luego de dos días donde un apagón generalizado dejó sin luz a gran parte del AMBA, incluida la Casa Rosada, hospitales y organismos públicos. Las imágenes del caos de tránsito que generó la falta de semáforos recorrieron todas las redes sociales y los medios de comunicación masivos. Aún hoy, miles de vecinos continúan sin suministro eléctrico y los cortes de luz prometen continuar.
La interrupción masiva del servicio eléctrico el miércoles 5 se debió a una falla en dos líneas de transmisión de alta tensión que provocó la salida de servicio de dos centrales generadoras. Pero si ya antes se sufrían apagones en distintos puntos del Gran Buenos Aires, después siguieron los cortes y en algunas zonas ni siquiera fue restablecido el servicio. La desinversión de las empresas distribuidoras de electricidad se vuelve a poner de manifiesto en este amanecer caótico para el Amba.
Boedo, Parque Patricios, Balvanera, Villa Crespo y Caballito son algunos de los barrios donde los vecinos que están hace 48 horas sin luz (y algunos incluso hace 5 días) se organizaron para cortar calles reclamando que les devuelvan el servicio eléctrico. Incluso, en el caso de Boedo, el gobierno mandó a la policía a amedrentar la protesta.
Recordemos que gran parte del ajuste fiscal que se encuentra llevando adelante el gobierno se cimenta sobre la base del recorte de subsidios. Esto significa que hoy los usuarios están pagando tarifas que se incrementaron más de un 250% en un año, que a su vez es lo que más ha incidido en el encarecimiento del costo de vida, con la excusa de que estas estaban atrasadas y redundaban en un servicio precario. Sin embargo, estos incrementos fueron destinados a engordar los bolsillos de las privatizadas (Edesur y Edenor) que no inviertieron un solo peso en el servicio. Por este motivo, cualquier alta temperatura hace explotar centrales eléctricas o quema el cableado. La infraestructura de las redes eléctricas no esta preparada para afrontar fenómenos que además son predecibles.
Por ejemplo, según los resultados operativos de Edesur en el 2024, las inversiones ejecutadas aumentaron apenas un 9%, cuando los ingresos subieron 29% a causa del incremento en las tarifas de luz. Es decir, la distribuidora eléctrica de la zona sur del Amba embolsó $1,38 billones más que en 2023 pero invirtió solamente $219.302 millones más que ese año, lo cual resulta completamente insuficiente para mantener una infraestructura adecuada.
Sin importarle que hayan continuado con niveles mínimos de inversión a pesar de los aumentos, el gobierno siguió beneficiando a las distribuidoras eléctricas. En diciembre del año pasado les concedió un plan de pagos para que regularicen su deuda acumulada con Cammesa porque no pagan los despachos de energía que distribuyen, el cual incluye un período de gracia de doce meses y un plazo de hasta seis años para devolver los U$S 1.300 millones adeudados; una condonación encubierta, igual que todos los gobiernos anteriores. Sin embargo, ninguna compañía firmó aún el acuerdo dado que exigen recibir a cambio mayores incrementos en su eslabón, lo que redundaría en más incrementos para los usuarios ¡los mismos que hoy están sin luz!
Más del 60% de los usuarios del AMBA se quedaron sin suministro eléctrico pese a que pagan boletas de luz cuatro veces más caras que hace un año atrás y la respuesta del gobierno fue mandar a la policía a intimidar a los vecinos. Es necesario nacionalizar bajo control obrero todo el sistema energético, en función de fijar tarifas acordes a las necesidades sociales y priorizar la inversión en lugar del lucro capitalista.
