Políticas

11/3/1999|618

Candidato de los trabajadores frente a los saqueadores de la Provincia

Con el método del decretazo, Romero gobierna Salta saqueando a la provincia y a sus trabajadores en favor de una camarilla empresaria que integran Techint, Pérez Companc, Pepsi Cola y otros pulpos.


Estos por un miserable 3% de regalías se están llevando el gas y el petróleo de la provincia. Se han construido dos gasoductos a Chile y una usina a gas en Güemes que exportará íntegramente energía. Como contraste, Tartagal, que es el centro de la zona petrolera, sufre sistemáticamente los cortes de luz y altísimas tasas de desocupación que provocaron la pueblada de hace dos años.


Las licitaciones del Estado han beneficiado al gobernador y sus empresas. Las privatizaciones, como la de la empresa de energía, han terminado en escándalo. Privatizada dos años atrás por 60 millones se ha vuelto a transferir en 210 millones.


La Pepsi Cola se quedó con el único ingenio en producción (San Martín de Tabacal) gracias a créditos por 140 millones de la nación y la provincia; desde que tomó posesión, la compañía yanqui no ha hecho otra cosa que despedir trabajadores e imponer condiciones esclavistas de trabajo.


Al asumir Romero despidió 5.000 trabajadores, liquidó el régimen jubilatorio y transfirió sus recursos para sostener una extensa planta de ñoquis, la construcción de una mansión de dos millones de dólares y otros curros por el estilo.


Se dice que redujo la desocupación del 17% al 14%, pero en estas cifras se incluyen los planes Trabajar que este año tienen una rebaja del 50% en el presupuesto nacional.


Romero va por su propia re-reelección intentando prolongar lo que en Salta ya es una suerte de dinastía, como la de los Saadi en Catamarca. Logró esto (prohibido por la Constitución) con la complicidad de la Alianza que en Salta también hizo su ‘Pacto de Olivos’. Romero forma parte del operativo por la continuidad del régimen menemista e integra la “Junta de Gobernadores” que aconsejó la participación de Menem en las internas del PJ.


El adelantamiento de las elecciones en Salta tiene que ver con el apuro para que no se venga abajo la ficción de provincia ‘ordenada’ (que paga los sueldos al día, aunque los haya rebajado) y ‘resuelto’ el problema de su endeudamiento (que llega en realidad a los 600 millones de dólares). La verdad es que ese ‘equilibrio’ es un espejismo: lo que se ha hecho es convertir deuda en pesos en dólares, con tasa flotante y garantía de la coparticipación federal. Los intereses han ido creciendo y la deuda se hace cada vez más impagable… Es por eso que Romero quiere que se vote pronto, antes del diluvio, y del nuevo paquete de medidas antiobreras que prepara para ‘cerrar’ las cuentas.


La Alianza, por su parte, está encabezada por el partido de la dictadura (Renovador) y representa a los grupos capitalistas que no entraron en el reparto romerista. Hace una gran demagogia contra las privatizaciones, pero fue el gobierno de Ulloa (91/95) el que inició esta política y hasta llamó a votar por Menem en el ‘95.


Varias fracciones radicales y del Frepaso se han ido al romerismo y otras son un apéndice de los renovadores. La Agrupación Federalista de Tartagal, que se embanderó con los reclamos del corte del ‘97 y obtuvo el 10% de los votos, terminó con Romero como lo pronosticamos (ver nota).


La acción del Partido Obrero se levanta contra la continuidad del saqueo, sea de la mano de Romero o de la Alianza. Está impulsando un reagrupamiento político independiente de los trabajadores, en una provincia que ha protagonizado puebladas heroicas contra el menemismo.


La conformación de las listas del Lema Partido Obrero-Hacia el Frente de los Trabajadores es, en sí misma, un primer paso en este reagrupamiento independiente. Se trata de levantar un programa para las luchas y para las elecciones que muestre que los trabajadores sí podemos dar una salida y frenar el saqueo de la provincia y de sus trabajadores.


* Regalías del 50% a la producción gasífera, petrolera y a la minería, para financiar las reivindicaciones populares.

* Provincializar el petróleo, el gas y la minería bajo control de los trabajadores. Plan de industrialización de materias primas en la provincia.

* Derogar la Ley de Autogestión Hospitalaria y reorganizar la salud en base a un plan único gratuito, financiado exclusivamente con aporte patronal; derogar el Seguro Provincial de Salud que no es más que una transferencia de fondos del hospital hacia las clínicas.

* Anular la reforma educativa privatizadora y todas sus normas, defender la conquista del Estatuto e imponer un básico de 700 pesos.

* Cesar el pago de la usuraria deuda provincial e investigar su origen, por una comisión independiente integrada por representantes de las organizaciones obreras y populares.

* Prohibir los despidos. Reparto de las horas de trabajo disponibles manteniendo el salario. Subsidio de emergencia a los desocupados de 500 pesos.