El viernes 22 realizamos un multitudinario Encuentro por el Derecho a la Vivienda en la Legislatura porteña. Convocado desde la banca de Marcelo Ramal (PO-FIT), contó con la presencia de vecinos de gran parte de los barrios y villas de la Ciudad, así como de movimientos de inquilinos y de casas en situación de desalojo, entre otros. Estuvieron presentes compañeros y compañeras de las villas 21-24, de la Rodrigo Bueno, de la 20, de Piletones, de la 1-11-14, de la 31 de Retiro y de La Carbonilla (de La Paternal), entre otros; compañeros del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI), de la traza de la ex AU 3, del movimiento de inquilinos y vecinos de La Boca. También participaron compañeros del Taller Libre de Proyecto Social de la Facultad de Arquitectura de la UBA, profesionales del Instituto Gino Germani y Gabriel Solano, dirigente nacional del Partido Obrero.

 

En la apertura del encuentro se debatió y analizó el agravamiento de la crisis de vivienda en la Ciudad y la emergencia habitacional. En el último período, se ha acentuado un proceso expulsivo de la población trabajadora, que tiene su raíz en la especulación inmobiliaria y el remate de tierras públicas. La población inquilina crece como proporción del total de habitantes, y pagando alquileres que se llevan más de la mitad de los salarios. Sobre esta base se extiende la población de las villas, un fenómeno que es explotado por ‘inmobiliarias’ a través de alquileres abusivos. La conclusión es que estamos enfrentando el peor momento de la historia para el acceso de los trabajadores a la vivienda.

 

Los vecinos tomaron la palabra denunciando el hacinamiento y la permanente amenaza de expulsión de sus viviendas. También se denunció al despotismo de punteros y “burócratas villeros”, amparados por el Estado y sus punteros. 

 

Debate sobre la urbanización 

 

El mismo gobierno que lleva esta política expulsiva ha anunciado, en los últimos tiempos, iniciativas de “urbanización de villas”. ¿ A qué apunta? Los planes de Rodríguez Larreta vienen empujados, no por las necesidades de vivienda de los vecinos, sino por la ruta de los negocios inmobiliarios. En el caso de Lugano, la construcción de la Villa Olímpica para los juegos de 2018 obliga a un maquillaje de la Villa 20, con una fachada de nuevas viviendas y un dudoso plan de urbanización para el resto de la villa. La estrategia del gobierno es apurar un loteo y títulos de propiedad para una parte de los habitantes. Pero ¿qué pasará con los inquilinos, que representan el 40% de la villa? La “urbanización” PRO no les dará derecho a la vivienda, sino que legalizará las actuales relaciones de propiedad, en beneficio de los regenteadores de inquilinatos. Así, el mismo gobierno que trató de “usurpadores” a los inquilinos que hace dos años tomaron las tierras aledáneas a la villa, ahora legaliza a los usurpadores capitalistas, que acapararon tierras por la fuerza durante años y que ahora explotan a los vecinos más necesitados. En oposición al plan oficial, que consolida la diferenciación social al interior de la Villa, votamos impulsar una urbanización debatida y diseñada por los propios vecinos, que asegure el derecho a la vivienda a todos sus habitantes. Otra situación similar se plantea en la Villa 21-24, en el llamado “camino de sirga”. El objetivo estratégico de la limpieza del Riachuelo es “recuperar” la zona para el capital, no para los vecinos que habitan viviendas precarias. El gobierno ha trasladado a muchos de ellos a viviendas sociales de pésima construcción y muy lejos del barrio que habitaban. 

 

Independencia política 

 

En sus conclusiones, nuestro encuentro resaltó que el movimiento de lucha por la vivienda debe defender su independencia política respecto del gobierno, del Estado y de todos los partidos que le han negado a los trabajadores el derecho a la vivienda. El encuentro votó convocar a las organizaciones de lucha de la Ciudad a una gran movilización por el techo y por una urbanización real de las villas.