Capitan Bermudez: La capital de la mano de obra barata
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El intendente Varela aplaude la fórmula Binner-Tessio para la provincia de Santa Fe.
Los bermudences ya sabemos lo que sucede bajo un gobierno “del Frente Progresista”. Avanza la privatización de los servicios públicos y la profundización de la flexibilización laboral.
En nuestra ciudad, la borocotizada oposición pejotista ya no vota ni a favor ni en contra: directamente se retira de la sesión o no concurre al recinto. No hay oposición política, sólo oficialismo.
El gobierno de Varela destina, de los de 13 millones de pesos anuales de presupuesto municipal, un millón de pesos a engordar los bolsillos de un par de neocapitalistas, tercerizando los servicios públicos, vaciando de herramientas a los corralones municipales.
Frente a la lista innumerable de miles de trabajadores en negro que desfilan por nuestra ciudad a las fábricas (Celulosa, Verbano, Petroquímica), Varela compite en el ranking de la mano de obra barata superexplotando a los trabajadores por 200 pesos, porque 150 pesos se los manda la Nación. Tanto los trabajadores contratados como los planes sociales son ciudadanos de segunda, sin obra social ni aguinaldo.
Es más, nuestros abuelos sobreviven con un salario por debajo de la línea de pobreza y encima hoy cargan sobre sus espaldas un impuestazo del 45% de la TGI aprobada por el Concejo Deliberante.
Este gobierno que cierra acuerdos con los directivos de la EPE entregando gran parte de la recaudación municipal, es en realidad el que encubre con este negociado a los verdaderos responsables políticos (Do Britos, Cinalli, Varela) de esa deuda histórica. A cambio recibirán un porcentaje (del espacio aéreo).
Frente a la política bonapartista de Varela y la incapacidad manifiesta del Concejo Deliberante, el Partido Obrero plantea que se vayan todos.
-Igual salario por igual trabajo, basta de trabajo en negro, todos los trabajadores bajo convenio, con obra social, aportes jubilatorios, etc.
-No al basural químico de Celulosa. Que las grandes empresas paguen un gran impuesto a las ganancias que se destine a medidas de seguridad frente a la contaminación que ellas mismas generan y para lograr mejoras en las condiciones de trabajo de los obreros (seguridad, salario, etc.).
-Desconocimiento de la deuda con la EPA. Abajo el convenio. Que la deuda la paguen quienes la generaron: los partidos patronales, las empresas, los funcionarios; no el pueblo trabajador.
– No al impuestazo. Que los servicios salgan de las manos privadas. Basta de negociados. El 50% de descuento a todos los jubilados. ¡Que se abran los libros contables!