Políticas

3/4/2019

Caravana obrera-empresarial en La Matanza

Un anticipo de la marcha del 4 de abril.

El viernes 29 de marzo, las CGT matanceras, la CTA y referentes patronales se movilizaron a la sede del Ministerio de Trabajo de La Matanza “en defensa de la producción y el trabajo”. El Movimiento Evita, la CCC, la CTEP y de Barrios de Pie también formaron parte de la marcha. La CGT nacional acercó su apoyo a través de la presencia de uno de sus triunviros, Carlos Acuña. Por el lado de los empresarios PyME, estuvieron la Unión Industrial del Partido de La Matanza (UIPMA) y la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA).


El presidente de la Unión Industrial de La Matanza, Juan Carlos Laurrucía declaró que “el problema es común a ambas partes, nosotros a veces nos vemos sin salida por el aumento de las tarifas y de las importaciones”. Por su lado Hugo Benítez, secretario adjunto de la CGT nacional,  mencionó que “este es el comienzo de algo muy importante que ocurrirá en diciembre de 2019, que será la vuelta del peronismo para volver a generar el trabajo que todos necesitamos” (Matanza Digital, 29/3)


En la misma línea, el líder de una de las CGT locales y concejal por Unidad Ciudadana, Mario Ortiz, descartó la posibilidad de parar, ya que “hoy es contraproducente porque el trabajador pierde el día, los industriales se ahorran un día de pago a los trabajadores”. 


Derrumbe industrial


En definitiva, la política de las CGT, a la que se acoplan las dos CTA, es la de encausar las tendencias de lucha que anida entre los trabajadores contra Macri, hacia el proceso electoral y de ese modo proceder a un recambio “institucional” que venga de la mano del peronismo y del candidato patronal que lleven a las elecciones. Este es el telón de fondo que tendrá la marcha del 4 de abril de las centrales obreras: el planteo de un relevo patronal del desahuciado gobierno de Macri a manos del PJ o alguna de sus fracciones.


Según la Encuesta Municipal de Actividad Productiva presentada días atrás por la Secretaría de Producción de La Matanza – que recoge datos del último trimestre de 2018 en comparación con el mismo período de 2017, sobre la base de una encuesta a más de 150 empresarios– el 35% de las empresas del distrito despidió trabajadores durante 2018. Un 30% redujo la jornada laboral y el 18 por ciento suspendió personal. El mismo informe revela que la industria textil funciona al 31,4% de su capacidad instalada y la automotriz, a sólo el 15,7%. 


Según la UOM local, en los últimos 3 años se cerraron más de 70 fábricas y hubo más de 2.000 metalúrgicos despedidos. Recientemente, los trabajadores del mayorista Medamax, de la localidad de Gregorio de Lafererre, realizaron un piquete frente a las instalaciones de la empresa, por el despido de 10 compañeros. A fines del año pasado, Mercedes Benz había suspendido a 57 trabajadores


El municipio acaba de anunciar una serie de beneficios impositivos para las PyMEs. Desde la intendencia que en encabeza Magario señalaron que a cambio de estos beneficios las Pymes se “comprometieron” a no despedir trabajadores por el lapso de un año. Naturalmente, como ha pasado con “pactos” anteriores, no se respetarán y continuarán los despidos. La Matanza, además, es el reino de los talleres clandestinos y el trabajo precario.


El asunto es que este frente “obrero-patronal” tiene por eje programático la rebaja de impuestos a los empresarios, subsidios y la flexibilización laboral.


Paro activo nacional ya


Los docentes del Suteba Matanza, conducido por la lista Multicolor, han optado por el camino contrario a la pasividad de la burocracia hasta las elecciones de octubre, cuando en su última asamblea rechazaron la mezquina oferta salarial de Vidal y votaron parar del 3 al 5 de abril, a contrapelo de las maniobras de Baradel para entregar el salario sin dar lucha.


Los trabajadores necesitamos deliberar en un congreso de delegados de base y votar un programa en defensa propia: la ocupación de toda fábrica que pretenda cerrar; ante los despidos, repartir las horas de trabajo sin afectar el salario; un salario igual al costo de la canasta familiar, aumento de emergencia para los jubilados y la defensa de los convenios colectivos. Urge que las centrales obreras convoquen a un paro activo de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo, y preparar la huelga general, para que la crisis la paguen las patronales y terminar con el régimen de Macri, el FMI y los Gobernadores.


Con este programa, el Plenario del Sindicalismo Combativo, con el SUTNA a la cabeza, que viene de lograr una primera victoria en FATE, y agrupamientos anti burocráticos del movimiento obrero, marcharán el 4 de abril en una columna diferenciada de la burocracia sindical y realizará un acto en Plaza de Mayo.


Bajo esta perspectiva proponemos la convocatoria una Asamblea Constituyente libre y soberana, para reorganizar políticamente el país sobre la base de los intereses de la clase obrera, empezando por romper con el FMI y desconocer el pago de la deuda.