Cuando Carrió mandó a la izquierda y al PO a estudiar historia, en medio del debate sobre el desafuero de Julio De Vido, dijo sin pestañar que “la izquierda en Argentina jamás denunció ni al Citibank ni a las grandes empresas” (sic). Seguido a esa insensata frase, con desatino, la diputada afirmó que Altamira, a diferencia de la izquierda, reconoce que la CC sí la denuncia. La bancada del PO invirtió el llamado a estudiar la historia. Fuera de micrófono, inmediatamente producida la calumnia, y más tarde en su intervención central, Néstor Pitrola le contestó a Carrió que “Altamira, en 1989, hace 27 años, saltó a la fama cuando ‘mandó a laburar’ a Richard Handley y al Citibank, en momentos que se debatía la crisis de la deuda externa en los años ’80 que había quebrado a las naciones latinoamericanas y que tuvo su impacto en nuestro país”. Pitrola recordó que en aquel momento denunciamos cómo se procedió a moratorias forzadas, reestructuraciones, cesaciones de pago y default de diversas características, que profundizaron la sujeción político-financiera al imperialismo. “Si alguien ha luchado contra la corrupción financiera como vértice de la corrupción capitalista centrada en la deuda externa y en el ahogo nacional de décadas, es el Partido Obrero”, se dirigió Pitrola a Carrió.

 

Apoyo a un régimen de CEOs y banqueros

 

La diputada de la CC, contradictoriamente a sus aclamaciones por la anticorrupción, que hace estallar de la mano de los Stiuso y los servicios de inteligencia, forma parte de un gobierno que tiene un gabinete lleno de CEOs del capital financiero, como Alfonso Prat Gay de la Banca Morgan. E incluso, de funcionarios procesados, a pocos meses de iniciada la gestión, como es el caso de Federico Sturzenegger, procesado como presidente del Banco Central por la causa del megacanje, donde fueron beneficiados, a través de esta maniobra financiera, numerosos bancos como el Francés, HSBC, J.P. Morgan, Galicia y el Credit Suisse. “La corrupción no se combate con carpetazos armados por Stiuso y los servicios de inteligencia, quienes han estado siempre al servicio de la conspiración capitalista y de los vaciadores del país, sino desmantelando el Estado de la Argentina offshore y construyendo una alternativa política de los trabajadores contra la corrupción de los gobiernos capitalistas”, le contestó Pitrola.

 

El fracaso del centroizquierda

 

Pitrola, haciendo justicia de la historia, recordó que Carrió fue promotora del gobierno de De la Rúa, de los Flamarique y “Chacho” Alvarez, de Cavallo, del gobierno de la ley Banelco, de las coimas del Senado y del escándalo de los fondos reservados de la Side. Y ahora es promotora del gobierno de Macri, que tiene un gabinete de gerentes financieros, de los Calcaterra, de los Caputo y de la misma patria contratista que robó con el kirchnerismo. “La doctora Carrió, que ha planteado sistemáticamente la idea del contrato moral, habla desde su fracaso”, señaló. Y agregó: “Si hay una izquierda que ha atacado vertebralmente el régimen de corrupción en nuestro país ha sido el Partido Obrero. Y eso es lo que le duele a la diputada Carrió”, concluyó Pitrola.

 

Nuestras bancas participaron de la sesión con un cartel que rezaba “Unos la entierran, otros la fugan”. Ese fue el ángulo de debate que nuestros diputados mantuvieron para plantear una impugnación a “todo el régimen de la patria contratista, las cajas negras de las privatizadas, los puertos privados donde fluye el contrabando y el juego privado, lugar central del lavado de dinero”. Pitrola denunció la responsabilidad política y penal de Cristina y su gobierno y de Macri y el suyo, por el desfalco del dólar futuro y puso de relieve el “acting” de las leyes de arrepentido y extinción de dominio para encubrir que 24 horas después de la caída infraganti de López, el Congreso era expuesto “infraganti” aprobando el blanqueo de impunidad penal y tributaria a todos los que llenaron las valijas de los López. Pitrola señaló la responsabilidad de Cristina en el caso López a la cual escapa el kirchnerismo y denunció “al presidente provisional del Senado que dijo creer que CFK no sabía de las coimas de López, dando una señal a la Justicia para acotar su accionar”. Nuestros diputados redondearon una intervención revolucionaria planteando la apertura de los libros de todo el capital coimero y vaciador como parte de la lucha política por la gestión de los trabajadores de la economía y del Estado, es decir como parte de una lucha de poder.