Políticas

1/4/2021

Casi 5 millones de personas no llegan a alimentarse

Las cifras del Indec revelan una crisis social que escala, mientras el gobierno avanza al abismo del FMI.

Según se desprende del informe recientemente publicado por el Indec unas 4,7 millones de personas viven en la indigencia; es decir que no alcanzan a cubrir una Canasta Básica Alimentaria de $24.575. Una nueva manifestación del crecimiento del hambre y la pobreza camino al pacto de Alberto Fernández con el FMI.

Se trata de casi 5 millones de personas que no logran valerse de los recursos necesarios para alcanzar los requisitos mínimos de alimentación. Los números corresponden al segundo semestre del 2020, cuando más impactaron los efectos de la pandemia, pero, principalmente, cuando se hicieron sentir los recortes de la asistencia social del Estado, sin ninguna medida que compense estas quitas.

Recordemos que el IFE, del cual solo se cobraron tres cuotas de $10.000, se pagó por última vez en el mes de octubre del 2020 y fue descontinuado definitivamente, en medio de las denuncias de las organizaciones piqueteras de un recalentamiento de la inflación, más desocupación y hambre.

Las cifras de la indigencia acompañan el alza en la pobreza, que cerró en el 2020 con un 42% de la población por debajo de la Canasta Básica Total, sumando unos 3 millones de nuevos pobres en 2020, a un “staff” cuya tendencia es creciente desde el retorno de la democracia.

Si tomamos las cifras de los últimos tres años podemos concluir que el macrismo y el albertismo se cobraron 7.738.724 nuevos pobres (La Voz, 01/4), lo que da cuenta de la continuidad de una política ajustadora.

Las mismas estadísticas del organismo oficial registran una tasa de desocupación que supera el 11%, superando los niveles de los últimos 15 años. Ante esto, el gobierno no impulsa ninguna medida para generar puestos de trabajo, que una el empleo a la satisfacción de las necesidades populares (alimentación, vivienda, urbanización, salud, etc.).

Más bien lo contrario, Alberto Fernández y su ministro Martín Guzmán siguen a rajatabla el Presupuesto 2021 de ajuste, para “mejorar” las condiciones de las negociaciones con el FMI. La crisis es tal que ya se expresa en los distintos ministerios, como lo sucedido este miércoles en el Ministerio de Economía, con miles de jóvenes movilizados por becas, Wi Fi y conectividad.

El crecimiento de la indigencia no solo pone de relieve las consecuencias del ajuste del gobierno, sino que agrava todos los aspectos de la vida, como ha quedado de manifiesto con el reciente caso de M., quien vivía en la mayor precariedad, en la calle, y donde las condiciones de vulnerabilidad facilitaron su secuestro. Como M. hay decenas de miles de niñes en todo el país y se calcula en más de 300.000 los que se encuentran mal alimentados.

La indigencia también se expresa en el crecimiento de personas que a falta de hogar habitan en las calles, bajo los puentes o en los ingresos de las instalaciones y locales públicos, o bancos, o en cualquier lugar donde encuentren un refugio para pasar la noche.

Estos son los problemas que dejó planteada la acción de lucha del movimiento piquetero independiente, el pasado 18 de marzo, que colmó la Plaza de Mayo y los centros de las principales ciudades del país, bajo el reclamo de trabajo genuino, subsidio universal al desocupado de $58.000, plan de viviendas y tierra para las familias obreras, alimentos, vacunación para los trabajadores esenciales de los comedores, entre las principales demandas. El crecimiento exponencial de la miseria social también conlleva la respuesta organizada de decenas de miles de desocupados en todo el país.

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