Federico Achával, Cristóbal López y las burocracias kirchneristas de Miguel Angel Quiroga (Asociación Gremial del Personal de los Hipódromos de Buenos Aires y San Isidro) y Adolfo Desvard (Sindicato de Trabajadores Mensualizados de los Hipódromos Argentino, San Isidro y sus anexos) hacen la vista gorda ante la situación laboral de los trabajadores del Hipódromo Argentino de Palermo.

Pero más caótica aún es la situación en la que nos encontramos los trabajadores fuera de convenio.

La falta de una representatividad sindical y un convenio colectivo de trabajo hacen posible que los fuera de convenio suframos condiciones de trabajo precarias, horas extra no pagas, domingos y feriados pagados como días normales y salarios congelados hace más de ocho meses.

Todo esto se suma a la imposibilidad de organizarnos, debido a los despidos, los aprietes de las burocracias y a las palizas de sus patotas (entre las cuales se encuentra la de Viviani, del Sindicato de Taxistas) ante cualquier reclamo de conjunto por parte de los trabajadores.

En los últimos días, tres compañeros que estaban realizando una actividad a favor de la lucha de los trabajadores del Casino fueron salvajemente golpeados.

El hipódromo privatizado (Hapsa) es propiedad de Federico de Achával. Allí, Cristóbal López explota las máquinas tragamonedas en los subsuelos del hipódromo y recauda más de tres millones de pesos diarios.

Los trabajadores del Hipódromo, tanto los que están dentro de convenio, jornalizados y mensualizados, como los fuera de convenio, tenemos que tomar como ejemplo de lucha y de organización a los compañeros del Casino.

Su victoria es la victoria contra la flexibilidad laboral.