La absolución de Fernando Carrera por su falsa culpabilidad en la “Masacre de Pompeya” adquirió nuevos ribetes luego del diálogo radial entre el periodista Eduardo Feinmann y el cineasta Enrique Piñeyro, director de The rati horror show, documental que mostró toda la farsa de la justicia para inculpar a Carrera y liberar a los policías implicados. Feinmann llamó a Piñeyro para que diera su opinión acerca de la absolución de Carrera, cuando el periodista había formado parte de la campaña inculpatoria del hombre que hoy fue absuelto por las muertes que se le imputaban. La Masacre de Pompeya fue el nombre con que se conoció a los acontecimientos en los que perdieron la vida un niño y dos mujeres atropelladas por Carrera, quien escapaba de una persecución a balazos de parte de la policía por un delito que no había cometido. Luego del accidente fatal, enteramente atribuible a esta negligencia policial, Carrera fue además acribillado por los agentes del orden que perforaron su auto con dieciocho balas, ocho de las cuales impactaron en su cuerpo.

 

El documental de Piñeyro mostró las irregularidades de la justicia, la plantación de pruebas y la parcialidad de los jueces a la hora de inculpar a Carrera y absolver a los policías. El film mostró de una manera descarnada el accionar del aparato represivo del Estado. La investigación de Piñeyro se incorporó a la causa que finalmente absolvió a Carrera mediante el fallo del tribunal supremo. La farsa que intentaba absolver a la policía contó con la complicidad de un grupo de periodistas adictos al poder, entre los cuales se contaba Eduardo Feinmann. El cruce entre Piñeyro y Feinmann muestra cómo la dignidad de una investigación periodística, del lado de la justicia, se eleva frente a las operaciones de prensa de los secuaces permanentes de la represión estatal.