Políticas

25/10/2017

Caso Maldonado: Alfredo Olmedo, un derechista en el mundo del revés

En la Cámara de Diputados, el salteño pidió que se condecore al gendarme Echazú, uno de los sospechados por la muerte de Santiago Maldonado. [VIDEO]


“Voy a hablar un poquito sobre el caso Maldonado”, anunció vestido con su clásica campera amarilla el diputado salteño Alfredo Olmedo. El legislador se caracteriza por sus posiciones reaccionarias, siempre del lado de los poderosos –responde a una cuestión de clase: su familia es una de las más grandes latifundistas de la provincia salteña y es uno de los grandes beneficiados del meganegocio de la soja–, y por una brutalidad al expresarlas que lo resalta entre los derechistas que tratan de hacerlas pasar desapercibidas. Generalmente,  vota emblocado con el oficialismo.


 



 


“Si la justicia es justicia, tiene que investigar al ´testigo E´ –dijo el diputado, en referencia al mapuche que habría testificado reservando su identidad ante abogados de la APDH-: primero por falso testimonio y después por abandono de persona, porque declaró que Santiago Maldonado murió ahogado porque lo abandonó”.


 


En el razonamiento fascistizante de Olmedo, un mapuche perseguido por la represión ilegal de la Gendarmería debería ser castigado por la justicia. “Y al gendarme que está lastimado –concluyó Olmedo, en referencia a Emmanuel Echazú, quien sufrió una fractura de mandíbula, según sus dichos, por un piedrazo durante la represión–, que estaba obedeciendo a su patria y honrando a su patria, lo deberán condecorar”.


 


Echazú no sólo es uno de los principales sospechosos en lo que respecta a los últimos momentos en que se vio con vida a Santiago Maldonado, sino que además mintió ante la justicia acerca de que no había llegado a la orilla del río, contradiciendo el informe que él mismo redactó de puño y letra luego de que se realizaran los aprestos represivos, incluso a pesar de tener una fractura doble en la mandíbula.


 


En el mundo de Olmedo la justicia debería funcionar al revés: castigando a las víctimas y premiando a los victimarios. Olmedo lo dice. Es el espíritu que anima a Patricia Bullrich, Pablo Noceti y Elisa Carrió, que encubren a los culpables y apuntan sus dardos contra Santiago Maldonado.


 


Como para confirmarlo, un diputado de Cambiemos se acercó a felicitarlo por su intervención.