El secretario de Seguridad de la provincia de Catamarca, Marcos Denett, en declaraciones a una radio local planteó “yo haría lo mismo”, para referirse al caso de una familia que, después de sorprender al delincuente, lo cazaron y mataron a golpes.

 

Las declaraciones del funcionario se enmarcan en un contexto altamente represivo y en una provincia donde la policía es sumamente violenta y no dejan de conocerse casos de torturas en comisarías y abusos desde la fuerza policial de todo tipo, además de las denuncias que la vinculan con las redes de narcotráfico, las redes de trata y el crimen organizado.

 

Denett había sido presentado por el kichnerismo local como un referente de la lucha por los derechos humanos y que, con esos antecedentes, venía a dar una nueva orientación a las fuerzas de seguridad, que ya en aquel momento cargaba con las muertes de Diego Pachao y las de los pibes de la Alcaldía de Menores, por citar las más recientes, además de las denuncias por torturas en las comisarías y vinculaciones con el crimen organizado. Denett venía a revertir esta situación, pero no ha pasado nada de esto; por el contrario, el crimen y el narcotráfico crecieron y las altas cúpulas de la policía son encubiertas, en una actitud claramente corporativa. Las denuncias contra la policía han caído en saco roto. El secretario de Seguridad, desde el momento que asumió, intentó cooptar a los sectores de derechos humanos para maquillar fuerzas de seguridad que están en franca descomposición.

 

La oposición encabezada por el FCyS, por su parte, repudió las declaraciones del secretario con planteos legalistas, pero exigiendo más recursos para las fuerzas represivas. El planteo de esta oposición es el de la “mano dura”.

 

Del 24 de marzo a las declaraciones de Denett  

 

Los nacionales y populares, el 24 de marzo, en un intento de cooptar a los movimientos independientes, de derechos humanos y a los que marchamos contra la violencia institucional, declaraban que la avanzada de la derecha está encabezada por el gobierno de Mauricio Macri y que teníamos que cerrar filas detrás de los K, pero las condiciones de ajuste y represión en la provincia están sostenidas hoy por el PJ y el kichnerismo, de la misma manera que ocurre en Santa Cruz.

 

 

Nuestro planteo

 

La oposición derechista reclama más policías, más móviles, más armas y más palos; los K, con un discurso demagógico, garantizan la impunidad de las mafias policiales y sus atropellos y el ajuste contra los trabajadores.

 

Denett tiene que irse. La salida es por izquierda, atacando el corazón del problema.

 

Desmantelamiento del aparato represivo.

 

Asambleas por barrio para designar a los comisarios, revocabilidad de mandato.

 

Derogación las facultades antidemocráticas de la policía, averiguación de antecedentes y medios de vida.

 

Juicio y castigos a los funcionarios  policiales y políticos vinculados con el narcotráfico, la trata de personas y el crimen organizado.