Políticas

12/8/1993|398

Cavallo, ni con tres millones de dólares

La suspensión del “triunfo”  proclamado con anticipación del cavallista Schiaretti en las internas del PJ Cordobés viene a confirmar lo que todo Córdoba ya sabía desde hace una semana: que Cavallo y la junta electoral menemista montaron un fraude monumental —sistemático, general y, sobre todo costosísimo. El juez electoral, un virtual aliado de Cavallo, tuvo que abrir una investigación de las “groseras irregularidades” detectadas en los comicios, después de que renunciaran uno de los veedores electorales y hasta varios miembros de la propia junta electoral digitada por el menemismo y después de la comprobación de un fraude escandaloso en las urnas de Río Cuarto.


Cavallo ya anunció que si se comprobaba la existencia de fraude o, lo que es lo mismo, si se dieran por perdidas las elecciones, “dejaría de hacer política en Córdoba porque nadie me creería” (Clarín, 8/8). El ministro, claro, es muy benévolo consigo mismo ya que si se comprobara la existencia de fraude, Cavallo debería ir a la cárcel. No dejaría de ser una paradoja que después de la estafa de YPF, el affaire Firestone y el reiterado incumplimiento de las leyes de financiamiento de las cajas jubilatorias y moratorias ilegales varias, Cavallo termine “pegado” por una “minucia”, un fraude electoral. Como Al Capone, quien terminó en la cárcel por evadir impuestos.


El interventor del PJ, digitado por Menem y el Consejo Nacional Justicialista, trabajó activamente por la victoria del fraude. Bauzá y el Consejo Nacional del PJ ya están metidos hasta el cuello en el fraude en las internas del PJ mendocino.


El recuento “voto a voto” (ahora, después de una semana en que las urnas estuvieron en manos de la junta electoral fraudulenta) y los rumores de una “lista de unidad” consensuada entre las listas de Cavallo y Araoz apuntan, antes que nada, a evitar que el escándalo del fraude termine en la justicia.


“Si con todo el aparato y con todos los millones, (Cavallo) sólo ha logrado la aplicación del ‘efecto Salinas de Gortari’ —el empleo del fraude al servicio del proyecto tecnocrático— no quedan demasiado claros los perfiles del presente triunfo”, escribía el comentarista de “La Nación” (4/8) cuando la junta electoral decidió suspender el recuento de votos y declarar ganador “de facto” al “cavallo del comisario”.


El “triunfo” de Cavallo sirvió para resucitar a varios “muertos”, en primer lugar a De la Sota, histórico perdedor ante los radicales cordobeses, que ahora se puede dar el lujo de amenazar al gobierno con participar con una lista propia, fuera del PJ, en las elecciones de octubre. Cavallo le devuelve a De la Sota el “favor” que éste le hizo en 1987, cuando “resucitó”  a Cavallo incorporándolo a su lista de diputados. En 1989, la Fundación Mediterránea, el grupo de monopolios con sede en Córdoba que banca a Cavallo, “donó” nada menos que “un palito verde” a cambio de la incorporación de su hombre en las listas del PJ. De la Sota no es el más indicado, por lo tanto, para protestar ahora por los “tres millones” que gastó Cavallo en estas internas.


El otro “muerto” que resucitó gracias al “triunfo” de Cavallo ha sido nada menos que Angeloz … que ha logrado hacer olvidar por un momento que la sangre de Regino Maders salpica a todo el gobierno cordobés y a los grupos capitalistas que lo sostienen.


El “frente anti-reelección” se movilizó para “embarrarle la cancha”  al ministro, y también los reeleccionistas, pues la representante de Menem en Cór-doba, Leonor Alancia, evitó en todo mo-mento respaldar a Cavallo ante las denuncias del fraude, esto por órdenes de Buenos Aires. Ha sido significativa la po-sición de dos de las mayores “instituciones” del “establishment”: “La Nación” y el Consejo Empresario Argentino (CEA). El diario de los Mitre fue tan lejos que, en su edición del 4/8, afirma que “las grotescas manipulaciones de datos y las patéticas actitudes de la Intervención (tenían por objeto) evitar el triunfo de De la Sota e imponer el de Schiaretti por la razón o por la fuerza”. Los grandes capitalistas del CEA, por su parte,le rcordaron a Cavallo que lo “prefieren” como ministro y no como político.