Políticas

2/12/2022

Cayó la recaudación de noviembre por la retención de granos y menor consumo popular

La carga impositiva del país continúa recayendo sobre las espaldas de los trabajadores.

Imagen: Sandra Cartasso.

La recaudación fiscal de noviembre registró una caída del 2,9% en términos reales, respecto al mismo mes del año pasado. Lo cual obedece a un menor ingreso por retenciones, debido a que el capital agrario volvió a acopiar granos tras finalizar la primera edición del dólar soja; por IVA, a causa de la desaceleración del consumo; y por aportes personales a la Seguridad Social, fruto del retroceso salarial.

Así las cosas, el incremento de la recaudación impositiva, que mide la Afip, en el onceavo mes del año fue del 88,8% interanual, contra una inflación estimada del 94% en el mismo período. Lo anterior significa que el gobierno intentará cumplir con la meta fiscal anual pautada por el FMI recrudeciendo el ajuste en diciembre.

El ingreso vía derechos de exportación sufrió una caída nominal del 34% en términos interanuales; reflejando los efectos en materia de recaudación que generó la retención de la cosecha, retomada por las patronales del campo una vez finalizado el beneficio del primer dólar soja. Como sabemos, el gobierno optó por premiar a quienes atentan contra el fisco y contra las reservas, otorgándoles un nuevo tipo de cambio preferencial.

Por su parte, el IVA, que en octubre había tenido un aumento real del 17,1%, en relación al mismo mes del 2021, en noviembre solo creció un 2,4% por encima de la inflación interanual. Es un síntoma de desaceleración del consumo, producto de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos populares como consecuencia de la escalada inflacionaria y la miseria salarial.

En ese sentido, los aportes personales a la Seguridad Social retrocedieron 1,9% real entre noviembre 2021 y noviembre 2022, a causa de aumentos salariales por debajo de la inflación, como resultado de paritarias a la baja, vehiculizadas por las patronales, la burocracia sindical y el gobierno. Si esta es la situación de la mayoría de los trabajadores registrados (que realizan aportes), ni qué decir de los que se desempeñan en el ámbito informal.

De todas maneras, cabe destacar que el 39% de la recaudación de noviembre corresponde al IVA y a los aportes que realizan los trabajadores a la Seguridad Social, evidenciando el carácter absolutamente regresivo del sistema tributario y hasta qué punto la presión impositiva del país posa sobre las espaldas de los sectores populares. Tal es así, que, según un informe publicado por Isepci, “el estrato de menor ingreso familiar, que representa el 13.3% de la población total, tiene una presión impositiva que es alrededor de un 40% superior a la registrada en el estrato de mayor ingreso, que solo contiene el 5.8 % de la población analizada. Los sectores más pobres, aportan en términos impositivos la tercera parte de sus ingreso”.

Es necesario, entonces, que la carga fiscal del país recaiga íntegramente sobre los capitalistas y se eliminen los impuestos al consumo como el IVA, el tributo a la vivienda única y el gravamen a la cuarta categoría de Ganancias. Debe aplicarse un impuesto progresivo y permanente al gran capital y orientar esa recaudación a satisfacer las necesidades sociales.