La cuarta propuesta de pago de la deuda externa del gobierno es una claudicación total frente a los acreedores. Pero cebados, los usureros todavía quieren imponer condiciones mayores. Por lo pronto, los mercados han estallado de alegría, relamiéndose de la riqueza argentina que podrán embolsar.

Prácticamente no habrá quita del capital de la deuda, e incluso habrá nueva deuda para cubrir el pago de intereses. El período de gracia de pago de la deuda se reduciría a un año.

Por esta vía se impone un nuevo acuerdo con el FMI, que llevará atada una ofensiva aún mayor al ajuste en curso contra los trabajadores: reforma laboral, reforma jubilatoria e impositiva.

La pandemia avanza porque se ha habilitado sistemáticamente el funcionamiento económico a contramano de la cuarentena y las necesidades esenciales. El sistema sanitario está cerca del desborde porque, pasados los discursos y las filminas, la inversión del gobierno para enfrentar la pandemia ha sido menor a dos meses de las comisiones que cobraron los bancos por las Leliqs.

Mientras tanto, se han perdido medio millón de puestos de trabajo hasta abril. A este paso, los despidos llegarán al millón en el año a pesar de los decretruchos de prohibición y doble indemnización. El propio Estado hace punta, despidiendo al 20% de los trabajadores de YPF y reduciendo sueldos en Aerolíneas Argentinas.

Las paritarias siguen congeladas y se prolongan los recortes salariales nominales del 25% o más en miles de empresas. Cierran miles de comercios.

El pacto del gobierno, la burocracia sindical, los capitalistas y el clero no logra impedir que exploten nuevas luchas por el trabajo y los salarios. Algodonera Avellaneda, de Vicentin, volvió al paro. Conflictos locales impusieron un paro nacional de la UTA. Hay reclamos docentes, docentes universitarios, de los repartidores de apps, en supermercados y locales de comidas. Siguen luchando los municipales de Mendoza. Paro general azucarero en Tucumán y paro nacional de los marineros del Somu, que reclaman por sus salarios.

Vamos por el triunfo de estas luchas.

A impulsar en todo el país una salida para los trabajadores.

Abajo la propuesta de canje de los Fernández con apoyo del PRO, no al pago de la deuda externa; impuesto progresivo al gran capital, afectando a las empresas y las fortunas personales; nacionalización del comercio exterior y de la banca; aumento inmediato de los salarios y ajuste mensual por inflación; aumento de emergencia a las jubilaciones a un mínimo de 30.000 pesos y reposición de la movilidad; subsidio al desocupado de 30.000 pesos y universalización de la asistencia social; aprobación inmediata del aborto legal.