Políticas

30/11/2022

Cena-debate: “luchar garpa, por un 2023 de los trabajadores y la izquierda”

Viernes 2 de diciembre, a las 20:00 horas, en Mitre 2162.

Lucha de residentes y concurrentes. Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografia

Con un panel de lujo, este viernes 2 se va a realizar, en Mitre 2162, una mesa debate para discutir el nuevo cuadro que existe en el movimiento obrero y popular.

En el panel estarán Carina Goya, delegada residente del Hospital Sardá, y referente de la Asamblea de Concurrentes y Residentes CABA, que conquistó luego de tres semanas de huelga general una recomposición salarial que llevó el salario residente de $120.00 a $200.000 en una cuota (una paritaria del 100%); Alejandro Lipcovich, referente de la comisión interna de ATE del Hospital Garraham, dirigente de la Naranja y de Tribuna Estatal, que están peleando por el aumento salarial; Eduardo “Chiquito” Belliboni, dirigente nacional del Polo Obrero; y Gabriel Solano, dirigente nacional del Partido Obrero.

Tenemos una nueva situación en el movimiento obrero. Este martes, hubo elecciones en dos gremios importantes de la Ciudad. En Ademys, con una votación plebiscitaria de la Multicolor (64,5%), Amanda Martin de Tribuna Docente fue electa secretaria adjunta de la nueva directiva. En el subte, en la Agtsyp, la Lista Multicolor refrendó la minoría en la directiva con un porcentaje de votación récord, del 40,9%, abriendo un campo de desarrollo mayor en las líneas y talleres para el clasismo.

Cerramos el año con un ascenso de las luchas salariales, en las principales tuvo un papel protagonista el clasismo. Y estas luchas terminan victoriosas. Esto contrasta con el derrotismo de las direcciones sindicales tributarias del peronismo que dan la espalda a los reclamos obreros por su sostenimiento y apoyo al gobierno de los Fernández. Este sometimiento al gobierno ajustador en un cuadro de bronca y lucha popular ascendente está acicateando un escenario de crisis internas en las direcciones sindicales más enroladas en el kirchnerismo de la Ciudad, como sucede en UTE, ATE y Agtsyp, donde tuvimos en los últimos meses conatos de fractura pública de sus direcciones. Esta fractura ya tuvo manifestaciones en el resultado electoral de esta semana en el subte, a pesar de que cerraron filas en una lista única.

Esto sucede en momentos en los que el kichnerismo lanzó el operativo “Cristina presidenta”, para reeditar el “hay 2019”, que buscó desviar la lucha obrera luego del diciembre caliente del 2017 que le paró la chata a Macri y al programa del FMI. Mientras La Cámpora pinta con aerosol “luche y vuelve”, el kirchnerismo sindical en los hechos hace un “no luche” y “deje hacer” a Massa y las patronales.

Desenvolviendo la lucha de los trabajadores y forjando nuevas direcciones clasistas, podemos construir también en el movimiento obrero un nuevo movimiento popular con las banderas de la izquierda y el socialismo.

Argentina podría meterse en el torrente de rebeliones populares que hubo en América Latina, pero con la diferencia específica de que aquí existe un canal político independiente para las masas, que es el Frente de Izquierda. A esto apunta el planteo del PO de un congreso abierto del Frente de Izquierda, a construir en el terreno de la lucha de clases una alternativa política de los explotados, con las banderas del gobierno obrero y el socialismo.