Políticas

9/10/2017

Central térmica denunciada por contaminación produce nube tóxica

Se trata de la planta instalada por la empresa So Energy en la localidad bonaerense de Salto. Quienes vaciaron el sistema energético promueven “salidas” contaminantes en función de los intereses empresariales.


El jueves 5 por la noche un incendio al interior de la planta de la Central Térmica 1 de  Salto (Provincia de Buenos Aires) ubicada en las calles Charras y San Juan, de la empresa So Energy, produjo la emanación de una nube tóxica.


 


El episodio (que, sin mayores estudios, fue declarado inocuo) se produce luego de múltiples denuncias por parte de los vecinos por el carácter contaminante de la central, incluyendo daños ambientales por desbordes de gas oil, polución sonora, emisión de residuos y transferencia térmica a la atmósfera.


 


Vaciamiento, negociados, contaminación


 


Desde Alfonsín, que desactivó el proyecto del Paraná Medio, pasando por Menem, De la Rúa, Kirchner, CFK y llegando a Macri-Vidal, ninguno ha hecho las obras e inversiones necesarias para garantizar un Modelo Energético Integral cubriendo las demandas del mercado mayorista.


 


Eso fue lo que llevó a la crisis energética del 2012, que afectó a toda la población y el cordón industrial regional –particularmente a empresas como Bagley del Grupo Arcor, Pionner, La Anónima, Soychu, Satus Ager, Metrive, Acoplados Salto–, y cuya “solución” ha sido la producción de energía sucia, con graves efectos sobre la población.


 


En este cuadro, la instalación de la central 2 de Salto (ubicada en el viejo camino de tierra a Gahan y a escasos 300 metros de la ruta 191) se realizó sin que el Concejo Deliberante hiciese las Audiencias Públicas previstas por Ley. Recién a partir del Pedido de Informe del HCD presentado el 9 de septiembre de 2016, 4 días después la Empresa firma un Compromiso de Presentación de Planos por un plazo de 60 días. La Habilitación de la central ha tenido un recorrido largo y ese proceso ha estado plagado de irregularidades.


 


La  central Térmica 2 instalada por So Energy es de ciclo convencional, generando energía mediante la combustión de  gasoil, por lo que contribuye al efecto invernadero mediante la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. El agua que se utiliza para la refrigeración de las calderas se extrae desde una perforación de aproximadamente 100 metros de profundidad que llega hasta el acuífero “Puelche”, captando 968.000 litros por día, comprometiendo el mayor reservorio de agua dulce del Partido de Salto y de la región.


 


Salto y más


 


No se trata del único negocio de So Energy Internacional. La firma compró recientemente el 51% de Stoneway Energy, compañía controlante de las subsidiarias Araucaria Energy S.A., y SPI Energy S.A, con lo que el grupo tendrá un total de 6 nuevas plantas en las localidades bonaerenses de Matheu, Luján, Salto y San Pedro, y cordobesas de Rio Tercero y Las Palmas.


 


Estas centrales, de características similares a la de Salto, se encuadran en la Resolución 021/2016 de la Secretaria de Energía Eléctrica, que convocó a interesados en ofertar nueva capacidad térmica para satisfacer la demanda en este verano e invierno y los próximos hasta el estío de 2017/2018. Los respectivos gobiernos responden al vaciamiento energético que ellos han propiciado con la proliferación de alternativas contaminantes.


 


El argumento de So Energy de que tales emprendimientos “generarán puestos de trabajo” es  más que endeble. En el caso de Salto, la central contará para su operatividad  12 empleados.


 


Un programa de salida


 


La nube tóxica emanada de la central 1 So Energy de Salto da cuenta de que estas centrales son bombas de tiempo: a su carácter contaminante se suma la gran peligrosidad de su funcionamiento. Su precariedad es proporcional a la urgencia empresarial para satisfacer sus demandas de energía.


 


Es necesario responder al cuadro de vaciamiento energético con un plan de generación de energía elaborado por técnicos y trabajadores, independiente de los capitalistas y los partidos que defienden sus intereses.


 


El Partido Obrero, que acompaña la pelea vecinal contra estos atropellos, plantea: comisiones de seguridad e higiene formadas por trabajadores y científicos que emitan información sobre el alcance de la contaminación. Prohibición de instalación de centrales térmicas contaminantes y peligrosas.