Políticas

21/6/2012|1227

CFK, Macri y Scioli, o el Triángulo de las Bermudas

Mientras Cristina Kirchner discursea en el G-20 contra los "ajustes" reclamados por el FMI, la creación de un ente tripartito entre la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires para reorganizar el transporte público apunta a un tarifazo del servicio. Cuando anunció su creación, CFK advirtió que era necesario distribuir con la Ciudad y con la provincia el "esfuerzo" de bancar los 20.000 millones de pesos en subsidios, que van derechito a las empresas de transporte del área metropolitana. En la misma línea se manifestó Randazzo, el ministro que quedó a cargo del área.


Río que suena…


Detrás de los anuncios hay una crisis fiscal que superaría los 50.000 millones de pesos, un 65% por ciento por encima del desequilibrio de 2011. La caída de la actividad económica produce una reducción de la recaudación impositiva a valores constantes. Sin embargo, los subsidios a las privatizadas y a los monopolios del transporte siguen en ascenso. El aumento a los choferes de la UTA, por ejemplo, lo pagó integralmente el gobierno nacional.


Macri y Scioli


La mesa tripartita es un intento por reducir subsidios con el auxilio de Macri y de Scioli; el último, antes de que la situación se desmadre. Sin embargo, Macri aún no resolvió la crisis del traspaso del servicio del subterráneo, que sube con la presión de Roggio y de los K del sindicato del subte, para que se haga cargo del servicio. Scioli, por su lado, está encima de una provincia virtualmente fundida.


Las idas y vueltas de Macri dan cuenta de su propia crisis. Con el ente metropolitano, el gobierno nacional pretende que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires digiera su parte en el costo de la transferencia. La aplicación de un tarifazo necesita abarcar el conjunto del transporte de la zona metropolitana. Pero no resuelve, en el caso del subte, el punto de la inversión en la extensión de la red y en material rodante.


Bomba de tiempo


A sabiendas de que enfrenta una bomba de tiempo, el kirchenrismo se empeña en asociar a sus opositores externos e internos al operativo tarifas. Se ha reservado la presión de un juicio oral a Macri por las escuchas y el retiro de los depósitos judiciales del Banco Ciudad; en tanto que a Scioli lo torpedea con la mafia de la Policía Bonaerense y con la caja de la publicidad oficial y del juego. Asistimos a una pelea inescrupulosa de buitres.


El gobierno se juega su suerte en esta operación política de dudosa resolución. Asistimos al final de la tentativa de salvar el esquema de las privatizaciones menemistas a costa de subsidios millonarios que llevaron al Estado a la bancarrota. Nuestras consignas: "Que la crisis la paguen los capitalistas", "nacionalización de la banca y las privatizadas sin compensación, bajo control obrero".