La situación sanitaria en el norte chaqueño ingresó a un estado verdaderamente alarmante al comprobarse que el zika podría haberse convertido en una epidemia masiva en la localidad de Sausalito, situada en el Impenetrable, con 40 casos confirmados y 126 sospechosos de haber contraído la enfermedad. El zika produce consecuencias devastadoras en mujeres embarazadas y bebés. La enfermedad se desarrolla sobre todo en regiones sin infraestructura sanitaria y bolsones gigantescos de pobreza, como las existentes en la provincia. Un informe sanitario oficial que toma datos del hospital de Sausalito indica la gravedad de la situación, cuando a la vez la directora de epidemiología del Ministerio de Salud, Mariela Fabiani declaró que “está bajando la aparición de casos”, pero comunidades wichis de la región cortaron rutas en demanda de acciones sanitarias eficaces para evitar la epidemia. 

 

Los casos comprobados y los sospechosos fueron todos diagnosticados en el hospital local ya que no se realizaron estudios de campo en las viviendas de los pobladores para hacer estudios de compatibilidad con la enfermedad. Por ese motivo se estima que la cantidad de infectados con el zika es mayor y podría alcanzar al 10 por ciento de los habitantes.

 

El Centro Mandela de Chaco demandó al gobernador Peppo que ordene a las autoridades sanitarias realizar diagnósticos de los perímetros encefálicos de todos los bebés y controles ecográficos de todas las embarazadas de la región. 

 

La situación toma más dramatismo por la falta de insumos y reactivos para los análisis y las dificultades de la población para concurrir a hospitales y centros de salud. La situación en los hospitales y centros de salud es crítica por la falta de los medicamentos más básicos, como analgésicos o anti coagulantes. También faltan preservativos, un insumo fundamental junto con los talleres informativos ya que –además de la picadura del mosquito Aedes– el zika se contagia por vía sexual.

 

Es necesario que se decrete la emergencia sanitaria en la región y se vuelquen todos los recursos necesarios para controlar el brote epidémico y evitar que se expanda.