Chaco, después de la crisis policial


Dos semanas después del levantamiento policial en el Chaco, el gobernador Bacileff resolvió echar atrás el acuerdo firmado, que establecía un salario inicial de 8.000 pesos para los suboficiales. Unilateralmente, decidió fijarlo en 6.000 pesos. La decisión vino precedida de una serie de sanciones, por las cuales, por ejemplo, fue encarcelado uno de cabecillas del levantamiento, acusado de organizar saqueos en Sáenz Peña.


 


Las agrupaciones policiales rechazaron la decisión del gobernador. Las versiones de un nuevo acuartelamiento están a la orden del día. Incluso, el gobierno acusa judicialmente a un portal de noticias por publicar una entrevista a un suboficial retirado, que amenaza con una nueva movilización policial.


 


Desde que asumió en lugar de Capitanich, el nuevo gobernador apeló como nunca a la policía para imponer un orden represivo, impidiendo cortes de rutas y movilizaciones. El proyecto de “ordenar” el Chaco por medio de la represión, que Bacileff asumió como un caballito de batalla desde su asunción, deberá llevarse adelante ahora en medio de una crisis creciente entre el gobierno y las fuerzas de seguridad.


 


El acuerdo con la policía dejó planteada la lucha por un salario igual a la canasta familiar para todo el movimiento obrero. Con esa consigna, se realizó la movilización del 19 de diciembre, convocada por la CTA, la Multisectorial y el PO, y con la presencia de ATE, Sitech y la Ucra, entre otros gremios.


 


Los gremios docentes, Atech y Sitech, salieron a reclamar 8.500 pesos de salario inicial. Es que los 8.000 pesos a la policía ratificaron todo el planteo de la gran huelga docente de Sitech, que se mantuvo durante cuatro meses contra los salarios de miseria de 3.700 pesos. No es casualidad, en este cuadro, que Sitech diera el batacazo ganando las elecciones de juntas de clasificación docentes. La paritaria docente se convertirá, en este cuadro, en una gran prueba de fuerza. El gremio de trabajadores del INSSEP reclamó un 30%. El planteo salarial impactó en las grandes fábricas, como en tanineros, que cobran 4.500 pesos de mínima, obtenidos luego de una lucha dura con acampe en puerta de fábrica.


 


Estos reclamos salariales están incentivados por un cuadro de ajuste creciente. Aumentó el colectivo a 3,75 pesos y se viene el aumento de la luz. El gobierno no pagó los aguinaldos a una parte de los empleados estatales, argumentando “errores de liquidación”. Los reclamos por el pago del aguinaldo se extienden entre los estatales, de salud, y los docentes.


 


Es este cuadro el que empujó al gobernador a tirar atrás el acuerdo con la policía, apuntando por elevación contra todas las paritarias, en una decisión respaldada por Capitanich. Bacileff argumentó, contra la policía, que aceptó el acuerdo “bajo extorsión”, un argumento que podría utilizarse en el futuro contra todas las huelgas, especialmente las del sector público.


 


El Partido Obrero, a partir de la marcha del 19, se coloca en una gran campaña por asambleas en todos los lugares de trabajo, para llamar al movimiento obrero a deliberar y movilizarse por un salario igual a la canasta familiar, por el pase a planta de todos los trabajadores precarizados y en negro, y por todos los reclamos. Marchamos, con estas consignas, a la gran batalla de las paritarias de 2014.