El episodio ocurrido en el recital de Teresa Parodi en la Casa de las Culturas, cuando el público de la misma comenzó a chiflar al gobernador y a gritarle que se retire de la sala, es demostrativo del clima político en la provincia.

El gobernador Domingo Peppo acusó al Polo Obrero y al MCC, una organización con la cual compartimos el espacio de la coordinadora piquetera, por la situación. Sin embargo, la presencia de unos pocos militantes de izquierda no puede explicar la masividad del repudio. Este, por otra parte, tenía motivos fundados: en una actividad convocada en nombre de los derechos de las mujeres, la chiflatina reclamó el pase a planta de las trabajadoras de la línea 137 de atención telefónica o la solución al reclamo salarial de las miles de docentes movilizadas. Antes, se había expresado el reclamo contra los desmontes, que gana fuerza en la provincia. El ajuste de Peppo y la asociación con Macri han demolido al gobierno provincial de cara a la población, que ve día a día como se agravan las condiciones de vida en la provincia.

 

El otro aspecto del repudio es que, siendo un recital de Teresa Parodi, un sector importante del público era militante K. El repudio, por lo tanto, reflejó la crisis política en el PJ provincial, quebrado entre Jorge Capitanich (intendente de Resistencia) y Peppo. Quienes denunciaban al gobernador pretenden que Capitanich compita en las Paso contra Peppo. Por eso, Peppo amenaza con suspender las primarias. Especula, por otro lado, con el bajo perfil de los radicales de cara a la elección general, dada la baja de Aída Ayala por la investigación en curso. Mal que les pese a los militantes K, sin embargo, Capitanich y Cristina se han pronunciado en varias ocasiones por un acuerdo con el gobernador.

Es lo que viene haciendo Cristina en Neuquén, en Rio Negro o en Tucumán, donde le retiró el apoyo al kirchnerista José Alperovich en su pelea contra el gobernador Juan Manzur. Con la tesis de la mayor unidad contra Macri, el kirchnerismo busca un pacto con los gobernadores del ajuste.

Peppo, sin embargo, mantiene su candidatura contra viento y marea, y no negocia. Es vox populi que el macrismo le alimenta las expectativas, al tiempo que extorsiona con golpear al gobernador y a la provincia si Peppo se baja. Una ruptura en el PJ impondría un cuadro de polarización entre ambas variantes, pero a costa de quebrar el aparato que garantiza la regimentación política de la provincia en todos los niveles. Las consecuencias serían imprevisibles, en un cuadro de crisis social, movilizaciones populares y ajuste.

Del lado radical, no aparece un candidato que despunte luego del golpe a Aida Ayala por la causa por el desfalco en la Municipalidad de Resistencia. La vacancia de una candidatura derechista alimenta experimentos fascistizantes como el de Juan Carlos Bacileff Ivanoff, con su promesa de terminar con los piquetes a los golpes. Pero el clima en la provincia es, más que nunca, de movilización contra el ajuste.

El Partido Obrero apuesta el todo por el todo al triunfo de las luchas populares, denuncia los compromisos de todo el peronismo con los ajustadores Macri y Peppo y plantea una salida sobre la base de un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. En los próximos días anunciaremos nuestras candidaturas para intervenir fuertemente en la lucha política y electoral, por una salida de los trabajadores.