Políticas

25/5/2016|1412

Chaco: la cuestión del Belgrano Cargas

Cien años de retroceso


El gobierno provincial de Domingo Peppo y la oligarquía local han colocado la cuestión de la reactivación del ramal C3 del Belgrano Cargas -Avia Terai-Barranqueras- y el puerto de Barranqueras, como punto central de su confrontación con el macrismo. Sucede que Macri pretende desviar el financiamiento para dicha obra en favor del ramal C6, que llega al puerto de Rosario desde el norte de Santa Fe.


El ramal (y el puerto) fue construido ¡hace 100 años! pero su reactivación se presenta como un avance histórico para la provincia. Alimentó, en su momento, un primer ciclo depredador del bosque provincial en favor de la explotación forestal que devoró el bosque nativo en favor de grandes consorcios capitalistas (La Forestal), de los cuales el obrajero nativo fue el eslabón más débil. Luego, el ferrocarril asistió al auge y la decadencia algodonera, de la mano de la concentración de la propiedad de las tierras, el ahogo de los campesinos por parte de las acopiadoras, y la baja de los precios del algodón. Así, llegó en estado de nocaut a la década del ´90, cuando el transporte de cargas fue acaparado por la RN 16, absolutamente sobrecargada.


El intento actual de reactivación responde al agotamiento de un nuevo ciclo depredatorio: el de la soja. La caída en los precios, junto con costos relativos mayores por la menor productividad de la tierra, golpea las zonas “marginales” como el seco oeste del Chaco, territorio privilegiado de la expansión sojera. Los sojeros dedicaron sus ganancias en el auge a la fuga de capitales o la especulación con ladrillos. Pero ahora, en la etapa de decadencia, reclaman mega obras estatales para salvar la ropa y estirar el ciclo “productivo”. Esta es la cruzada que emprende el gobierno provincial. El macrismo, en tanto, dispara contra el Chaco apuntando a vaciar todo el presupuesto de obra pública, con la consecuencia de 10.000 trabajadores de la construcción despedidos.


Un plan de obra pública debe arrancar por resolver las necesidades acuciantes de la población de la provincia: el abastecimiento de agua potable, cloacas, gas, y la conexión del territorio provincial para resolver las urgentes necesidades sociales. Lógicamente, esto implica modificar de raíz el régimen social y productivo de la provincia: terminar con el saqueo capitalista de la tierra y ponerla a disposición de campesinos y consorcios de trabajadores rurales, para transformarla en un factor de desarrollo social para el conjunto del pueblo chaqueño.