Políticas

15/9/2020

Chaco: la represión, única respuesta del gobierno de Capitanich

Los choques entre la policía y el gobierno de Jorge Capitanich se han sucedido a lo largo del año, saldándose, por el momento, con un “dejar hacer, dejar pasar” del gobernador chaqueño.

El año parecía comenzar bien en la relación entre el gobernador y la fuerza represiva. El Ejecutivo les otorgó, en marzo, un aumento del 12% que superaba la inflación del momento. Los episodios de choque tuvieron que ver con dos hechos de trascendencia nacional. El primero de ellos sucedió en mayo y estuvo relacionado con un allanamiento sin orden y posterior represión en una vivienda del barrio Banderas Argentinas, de la ciudad de Fontana. Por el hecho, cuatro policías fueron puestos en prisión preventiva, liberados en julio y luego separados de la fuerza por orden del Ejecutivo. Esta acción desencadenó la renuncia de la cúpula policial que solicitaba la inmediata reincorporación de los involucrados.

En junio, al poco tiempo de la represión en Fontana, fallece por coronavirus el subcomisario René Pogonza, generando malestar en la fuerza y ocasionando el repudio de los familiares al gobernador, al que acusaron de abandono de persona. Es que al subcomisario se lo encontró inconsciente en un hotel de El Sauzalito luego de haber oficiado como custodia de una delegación del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), a la que se acusa de haberlo contagiado. En un gesto por aminorar el malestar de la fuerza policial y de la familia, el gobernador ascendió post-mortem a Pogonza.

Con nuevos jefes policiales, el gobierno hizo borrón y cuenta nueva, normalizándose las tareas de los uniformados. Tal es así, que la fuerza volvió a reprimir un barrio de Santa Sylvina, pero esta vez sin repercusión nacional y culminando con la premiación de los uniformados.

Ahora, Jorge Capitanich ha decidido otorgarles un nuevo aumento del 7,8% que, sumado al aumento de marzo, llega al 19,8%, mucho más de lo que recibieron docentes, estatales y personal de salud. Esto es así porque la represión ha sido la única repuesta que el gobernador ha dado ante la crisis de salud y económica. Una clara muestra de que hace recaer la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y que necesita de la represión para garantizarla.