Políticas

16/11/2021

Elecciones 2021

Chaco: repunte del gobierno, derrota opositora y la elección del Partido Obrero

Balance electoral de los comicios.

En la provincia de Chaco, con más el 44% de los votos pero con un 30% de ausentismo electoral se impuso el gobierno de Jorge Capitanich frente al radicalismo, que obtuvo un 42%. Capitanich dio vuelta el resultado de las PASO, que le había sido adverso. Como tercera fuerza quedó Bacileff Ivanoff, el exvice de Capitanich que realizó una campaña pidiendo “mano dura” y obtuvo un 8,21%. Detrás, el Partido Obrero alcanzó el 2,5% de los votos con las candidaturas de Claudio Cobas y Samanta Salas, un porcentaje que no alcanzó para renovar la banca conquistada en 2017 con Aurelio Díaz. La campaña de Capitanich se basó en polarizar la elección frente al radicalismo. Se apoyó además en apelaciones a Dios e hizo un enorme despliegue publicitario con limitadas obras públicas, como la llegada del agua a Charata (que de todas formas no llegó a la mayoría del pueblo). Capitanich pagó un bono de 10.000 pesos a los alicaídos salarios de docentes y empleados públicos, una suma que en realidad debería formar parte del salario docente dado que el gobierno incumple el pago de la cláusula gatillo arrancada por la lucha de 2019.

La contraposición con el macrismo que exhibió Capitanich en la campaña fue desmentida el mismo domingo cuando Alberto Fernández llamó a establecer un pacto con la oposición para garantizar el pago de la deuda externa, echando por tierra el discurso electoral de que “no vamos pagar la deuda con el hambre del pueblo”. Resultó que sí, la deuda se continuará pagando con el hambre de la población trabajadora.

La población que pudo ir a votar lo hizo con muchas dificultades debido a las fuertes lluvias que duraron hasta el mediodía del domingo, donde muchos barrios y pueblos se encontraban anegados debido a las inundaciones ante la falta de inversión en la obra pública.

Nuestra campaña

Desde el Partido Obrero logramos desarrollar una agenda que abarca toda la provincia llevando adelante las propuestas, denunciando la responsabilidad de quienes nos colocaron como una de las provincias más pobres del país y remarcando la necesidad de diputados de trabajadores para defender los reclamos y derechos de la clase obrera. Nuestra fuerza militante, donde los grandes protagonistas son los compañeros y compañeras del Polo Obrero junto a estudiantes, docentes y precarizados, llegó a puntos más extremos de la provincia enfrentando los métodos punteriles tradicionales del PJ y la UCR-PRO. Hemos consolidado una fuerza política en todo el interior del Chaco que se impone como referencia para enfrentar el ajuste.

Este esfuerzo militante no alcanzó para conservar la banca del Partido Obrero. Nuestra banca en 2017, con Aurelio a la cabeza, fue un triunfo largamente esperado. Durante estos años, la banca acompañó las luchas docentes, la lucha por la tierra de miles de familias sin techo, propuso las iniciativas contra los desmontes, defendimos la agenda de reclamos del movimiento de mujeres, la educación sexual integral en las escuelas. Acompañamos además todas las luchas contra la precarización laboral y por el pase a planta.

Pero nuestra banca debió enfrentar grandes ataques y bloqueos. Los proyectos del Partido Obrero fueron bloqueados sistemáticamente en la Cámara para su tratamiento por parte de los mismos que acusaban, fuera de la Cámara, una “inacción” de nuestra parte. Aurelio Diaz sufrió un brutal ataque de todos los medios por acompañar las luchas por la tierra.

Con estas batallas a cuestas, la lucha por retener la banca fue un gran desafío en la campaña electoral. El Partido Obrero se empeñó en esta batalla y destacó especialmente la candidatura de Samanta Salas, quien en los debates electorales puso entre la espada y la pared a los representantes de los partidos tradicionales. Esta campaña no tuvo un impacto directo en el resultado electoral, en un cuadro de mayor polarización y movilización del aparato del PJ, pero ayudó a instalar una referencia política que deberemos desarrollar en el próximo período.

La campaña de la UCR y el PJ fue un festival de demagogia, sembrando una enorme confusión. Mientras marcha a un pacto con el Fondo, Capitanich levantó las banderas contra el neoliberalismo, en una provincia arrasada que el PJ gobierna hace 14 años. El radicalismo, por su parte, denunció los desmontes, hizo una enorme alharaca con el salario docente cuando en Corrientes, del otro lado del Paraná, donde gobiernan, pagan una miseria, e incluso denunció fuertemente la precarización laboral en el Estado, cuando siempre estuvo en contra del pase a planta de los compañeros. Nuestra campaña combatió esta confusión que se instaló deliberadamente de parte de expresiones políticas que buscaron tapar su orientación fuertemente antipopular.

La nueva Cámara y los desafíos

La Cámara de Diputados quedó conformada por los partidos tradicionales -peronistas y radicales-, quienes coinciden en continuar con el pago al FMI, apoyar la producción agropecuaria altamente contaminante y financiar a empresarios. Lejos están de resolver los problemas del 60% de la población bajo la línea de pobreza. Para aplicar estas medidas acordarán impedir el derecho a la protesta a trabajadores de todos los sectores: docentes, precarizados, desocupados o trabajadores de salud que se organizan y salen a confrontar las políticas de ajuste. En la agenda inmediata está el tratamiento del nuevo ordenamiento territorial de bosques nativos, ya que el gobierno pretende para que siga el festival de desmontes.

Desde esta perspectiva, con una conocida agenda de una Cámara de Diputados dispuesta a continuar diezmando derechos a la población, llamamos a profundizar en la calle y en los lugares de trabajo la unidad del conjunto de clase obrera.