Políticas

24/9/2015|1382

Chaco: un balance de las elecciones


Las elecciones chaqueñas estuvieron marcadas por el triunfo del oficialismo. La UCR fracasó en su intento de ganar la provincia y fue derrotada en Resistencia, aunque por menor margen que en las Paso. El radicalismo contó con un importante apoyo de los medios de comunicación y del conjunto de la oposición nacional. Basó su campaña en una fuerte demagogia con reclamos sociales, destinada a encubrir el programa de ajuste, devaluación, anulación de las retenciones y de ingresos brutos para los sojeros. Alcanzó el 41% de los votos y quedó a 15 de Peppo. Los grupos económicos de la provincia apoyaron a Capitanich, garante de un orden social montado sobre la base de un gran aparato de punteros y una intensa cooptación.


 


La nacionalización de la elección (última antes de las nacionales) coloca el resultado como un golpe al macrismo a nivel nacional.


 


El alcance de la derrota radical modifica, hasta cierto punto, el mapa político de la provincia. El radicalismo gobernó el Chaco hasta 2007. La UCR es un partido de Estado, con peso en la Justicia, la Legislatura e importantes intendencias. El triunfo de Capitanich en Resistencia dejó al radicalismo sin su principal bastión. Además, fueron derrotados en Charata y Pinedo. El PJ pretende montar un gobierno “a la Insfrán”, barriendo todo tipo de oposición.


 


Sin embargo, el nuevo gobierno surge como un régimen de dos cabezas. Como en todo el último período, las crisis al interior del PJ están en el orden del día. Capitanich intentará liderar el PJ desde la intendencia de Resistencia y desde allí condicionar a Peppo. El vice, de paso, es Daniel Capitanich, o sea que se asegura el primer lugar en la línea sucesoria.


 


La victoria del oficialismo no puede encubrir el grave panorama social de la provincia, con el 50% de la población bajo la línea de pobreza, una enorme desocupación y una gravísima crisis habitacional y sanitaria. El PJ abordó la elección realizando ciertas concesiones para frenar las luchas y movilizaciones. Incluso accedió a reabrir la paritaria docente (dejando aislado a Sitech Federación), a otorgar un plus a los estatales, además de forzar inauguraciones de viviendas y obras públicas. Se viene ahora una etapa de ajuste, marcada por el agotamiento de recursos del presupuesto estatal y el ajuste a nivel nacional. La huelga de los trabajadores del tanino, de más de dos meses de duración, es el espejo del Chaco que se viene.


 


Tercera fuerza 


 


El Partido Obrero se consolidó como tercera fuerza en Chaco, con 3,5% a diputado provincial a partir de una importante elección en Resistencia, donde alcanzamos el 8% en la categoría de diputados provinciales y el 6,7% a concejales,  a pocos votos del ingreso en el Concejo. No alcanzamos el objetivo de ingresar en la Cámara de Diputados por los bajos resultados en el interior. Obtuvimos esta votación batallando contra una dura polarización en los cargos ejecutivos a nivel provincial y de las intendencias.


 


Nuestra campaña recogió los reclamos más sentidos de la provincia, la lucha por la tierra y la vivienda, la lucha por el salario y las fuentes de trabajo, la defensa de la huelga en Unitan. Desarrollamos una crítica al acaparamiento sojero de la tierra, que está en la base de la miseria social de la provincia, y un programa para combatirlo, empezando por la investigación de las entregas de tierras públicas de los últimos veinte años y su devolución a sus dueños originales.


 


Nuestro principal bloqueo sigue siendo el interior provincial. Allí, sin embargo, también hay progresos. Fiscalizamos con nuevos grupos de compañeros en Machagay, Plaza, Quitilipi, Sáenz Peña (donde nuestra lista local obtuvo 850 votos), Villa Angela, Charata, Las Breñas, La Escondida, Tres Isletas y Castelli. Encaramos la próxima etapa con la perspectiva de erigir a la izquierda como alternativa política en toda la provincia del Chaco.