Políticas

25/11/2004|878

China: El acuerdo de la “patria exportadora”

El gobierno chino le arrancó a Kirchner el reconocimiento de ‘economía de mercado", lo que limitará sustancialmente la aplicación de medidas proteccionistas respec­to de las importaciones de produc­tos de aquel país. A cambio, China se comprometió a ‘continuar traba­jando´ para que las exportaciones argentinas se incrementen en 4.000 millones de dólares en el próximo lustro, con despachos de soja y otros cereales. El gobierno dice que se reservó la facultad de proteger sectores industriales ‘sensibles’’ du­rante cuatro años. Pero ‘Pekín (re­tuvo) la potestad de decidir qué pro­ductos argentinos serían protegi­dos" (La Nadan, 21/11).


El acuerdo responde perfecta­mente a los intereses de la ‘patria ex­portadora’ y de Cargill. Recientemen­te, directivos de Cargill anticiparon la gran ‘oportunidad’ que planteaba la venta de soja y derivados ´al mercado más grande del mundo’, a cambio de importar masivamente a la Argentina “productos de origen industrial". La “burguesía’ que Kirchner pretende re­construir es la de la exportación masi­va de aumentos y agro-industriales, lo cual requiere salarios de hambre


Pero incluso la única concesión lograda por Kirchner promesa de mega compras de soja- está atada de un hilo. El acuerdo entre los dos países condiciona la compra de ali­mentos a las ‘buenas tendencias de desarrollo" de una economía china que se caracteriza por su extrema volatilidad, como ocurrió reciente­mente con las suspensiones súbitas de compras de petróleo y también de soja.


Las ‘inversiones’ chinas consis­tirán en obras o servicios públicos, con ‘préstamos que deberá afrontar el Gobierno -con recursos presu­puestarios- y los usuarios, con las tarifas que se fijarán para los nuevos servicios’ (Clarín, 18/11). Los ‘nacio­nales’ resucitan la receta de los 90 en materia de privatizaciones, es de­cir, negocios garantizados a costa de la exacción impositiva y tarifazos para los consumidores.


En cada protocolo de inversión se acordarán cuáles serán "las empresas de ese país y de la Argentina que intervendrán en las obras" (Clarín, 18/11) No extraña, por ello, que este aspecto de los acuerdos haya sido manejado en forma directa y exclusiva por De Vido, el ‘cajero’ de la camarilla go­bernante.