China: El acuerdo de la “patria exportadora”
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El gobierno chino le arrancó a Kirchner el reconocimiento de ‘economía de mercado", lo que limitará sustancialmente la aplicación de medidas proteccionistas respecto de las importaciones de productos de aquel país. A cambio, China se comprometió a ‘continuar trabajando´ para que las exportaciones argentinas se incrementen en 4.000 millones de dólares en el próximo lustro, con despachos de soja y otros cereales. El gobierno dice que se reservó la facultad de proteger sectores industriales ‘sensibles’’ durante cuatro años. Pero ‘Pekín (retuvo) la potestad de decidir qué productos argentinos serían protegidos" (La Nadan, 21/11).
El acuerdo responde perfectamente a los intereses de la ‘patria exportadora’ y de Cargill. Recientemente, directivos de Cargill anticiparon la gran ‘oportunidad’ que planteaba la venta de soja y derivados ´al mercado más grande del mundo’, a cambio de importar masivamente a la Argentina “productos de origen industrial". La “burguesía’ que Kirchner pretende reconstruir es la de la exportación masiva de aumentos y agro-industriales, lo cual requiere salarios de hambre
Pero incluso la única concesión lograda por Kirchner promesa de mega compras de soja- está atada de un hilo. El acuerdo entre los dos países condiciona la compra de alimentos a las ‘buenas tendencias de desarrollo" de una economía china que se caracteriza por su extrema volatilidad, como ocurrió recientemente con las suspensiones súbitas de compras de petróleo y también de soja.
Las ‘inversiones’ chinas consistirán en obras o servicios públicos, con ‘préstamos que deberá afrontar el Gobierno -con recursos presupuestarios- y los usuarios, con las tarifas que se fijarán para los nuevos servicios’ (Clarín, 18/11). Los ‘nacionales’ resucitan la receta de los 90 en materia de privatizaciones, es decir, negocios garantizados a costa de la exacción impositiva y tarifazos para los consumidores.
En cada protocolo de inversión se acordarán cuáles serán "las empresas de ese país y de la Argentina que intervendrán en las obras" (Clarín, 18/11) No extraña, por ello, que este aspecto de los acuerdos haya sido manejado en forma directa y exclusiva por De Vido, el ‘cajero’ de la camarilla gobernante.