Políticas

28/2/2019|1538

Chubut: gran repercusión de la lista del PO-FIT

Gloria Sáez, gobernadora. “Pepe” Saravia, diputado

Gloria Sáez, gobernadora. “Pepe” Saravia, diputado

El cierre de listas en Chubut tuvo lugar en medio de una crisis que se cocina por debajo. Trelew y Rawson tienen la tasa de desocupación más alta de la Argentina, con un 12,5%. La deuda per cápita es la más grande del país: 1.150 millones de dólares contraídos por el gobernador kirchnerista Martín Buzzi, por Mario Das Neves y ahora por Mariano Arcioni; una bola de nieve

verde que se agigantará al ritmo de la devaluación del peso.


La cuestión petrolera tambalea al compás de los precios del crudo, sometido a su vez a los avatares de la crisis mundial. Por las dudas, el gobierno, las operadoras y la burocracia sindical petrolera le han reclamado al gobierno nacional una quita de retenciones a la exportación de petróleo de la cuenca del Golfo San Jorge. Pero Macri se encuentra bajo el fuego cruzado de

las exigencias fiscales del FMI y este reclamo de las petroleras.


Tarifazos y demagogia


Los tarifazos en el agua, la luz, el gas y el transporte público se ciernen sobre el “Hay 2019” chubutense, condicionándolo. La deuda de las cooperativas alcanza los 3.400 millones de pesos, y

se agranda mes a mes; una bomba de tiempo que el gobierno provincial ha prometido desactivar con bonos del Pacto Fiscal y regalías hidroeléctricas. Las cooperativas piden, además, un esquema de subsidios. El gobierno ya ha dicho que eso es imposible y que la única solución es aumentar tarifas. Todas estas maniobras las pagarán los chubutenses por partida

doble; primero, con recursos que no irán a educación, salud y obra pública; y luego, cuando las mismas cooperativas impongan nuevos tarifazos.


Frente a esta crisis el PJ-FpV propone una “emergencia tarifaria” que prohíba las subas hasta diciembre. Pero fue el kirchnerismo el que inauguró el esquema de subsidios a las empresas; además, la emergencia es un parche que no resuelve nada y consolida los brutales aumentos ya ejecutados. En la base de la crisis energética está la dolarización de los costos y distribución de energía. La única solución “realista” es la nacionalización integral del sistema energético y los recursos naturales, bajo control de los trabajadores, como plantea el Partido Obrero y el FIT.


La lucha por las paritarias


Tras “acomodar las cuentas” fiscales en 2018, a costa del salario real de estatales y docentes, Arcioni enfrenta otra vez negociaciones con los gremios. Se apresuró a cerrar la paritaria docente, con una oferta final de un 37,9% que, en los hechos, significa un aumento de bolsillo del 29%. Una vez más, la oferta coloca al salario básico por debajo de la línea de pobreza y está condicionada a la aplicación de una cláusula gatillo con antecedentes de incumplimiento.


La paritaria de ATE será otro eje de conflicto; los estatales reclaman el pago de retroactivos ajustados por inflación acordados en 2018. El gobierno vende como un logro a “categorizaciones” que sólo implican violaciones a los convenios colectivos.


El punto de apoyo del gobierno es la parálisis y complicidad de la mayor parte de las direcciones sindicales, y sobre todo de la CGT; al punto que muchos de sus dirigentes van como candidatos en las listas del PJ y de Chubut al Frente.


Fragmentación política


El cierre de listas de los partidos patronales en Chubut mostró un agudo cuadro de fragmentación política. El coqueteo entre el Chusoto (la agrupación que sostiene al gobernador Arcioni) y el PJ-kirchnerismo, que incluyó la posibilidad de unas Paso o de una Ley de Lemas, no llegó a buen puerto, pero los vasos comunicantes son múltiples. El petrolero “Loma” Avila, la mejor espada de la burocracia sindical que tiene el arcionismo, ha dicho que el “70% de las listas de Chubut al Frente la componen peronistas”.


Ricardo Sastre, intendente de Puerto Madryn y compañero de fórmula de Arcioni, hace dos meses coqueteaba con el PJ. Adrián Maderna, el intendente de Trelew, ha cerrado un acuerdo precario con el oficialismo, pero tiene nombres propios en las listas del PJ. Cambiemos, compuesto por la UCR y el PRO, es poco más que un sello. Todas las fuerzas van a internas municipales.


Arcioni, de la mano de su ministro de gobierno Massoni y el madrinazgo de Patricia Bullrich, busca hacer punta con una agenda bolsonarizante.


Decretos fascistas y xenófobos para estigmatizar extranjeros y la sugerencia del pago de insumos médicos a costa de los migrantes, son algunas de las prioridades anunciadas. Un reforzamiento represivo para hacer pasar el ajustazo recargado.


Las luchadoras al frente


Tanto el oficialista Chusoto como el PJ-kirchnerismo (incluido su furgón de cola centroizquierdista-papal) y Cambiemos, coinciden en que la crisis debe ser asumida por los trabajadores.


En las antípodas a los partidos del ajuste y el FMI, el Partido Obrero-Frente de Izquierda presentó su lista, encabezada por Gloria Sáez (abogada y luchadora por los derechos de la mujer trabajadora), acompañada por Daniela Gordiola (trabajadora de la cultura y docente): las primeras candidatas mujeres en la historia de la provincia; la nómina de diputados provinciales está encabezada por Gustavo “Pepe” Saravia (obrero y militante histórico del PO, ex concejal en la provincia de Salta de donde es oriundo).


Todos los que integran la lista son luchadores del movimiento obrero y la juventud, con un programa que incluye la lucha por el aborto legal, la prohibición de los despidos y la anulación de los tarifazos, la nacionalización de los recursos naturales y el sistema energético bajo control de los trabajadores, el no rotundo a la megaminería a cielo abierto en la provincia y la investigación de la deuda usuraria. En síntesis: un programa de transformación social basado en los intereses de los trabajadores.