El Plenario de la Izquierda y los luchadores, convocado por el Partido Obrero y el MST de cara a las tareas del Frente de Izquierda Unidad para la etapa, se inscribe en un momento de fuerte dispersión de los partidos políticos patronales, con crisis de candidaturas, pero con un plan de “estabilización” antiobrero con un trazo grueso común, a pesar de sus diferencias.

La izquierda revolucionaria no debe proceder de la misma manera que los partidos patronales, con la rosca política por delante de los intereses colectivos de la clase obrera. El Plenario de la Izquierda y los Luchadores será una instancia de deliberación y elaboración para preparar a los trabajadores y activistas en la pelea que tenemos por delante.

Estas son las cinco razones para participar del plenario el sábado 17 en la Plaza del Congreso.

1. Enfrentar a los “estabilizadores” patronales

Las distintas variantes, frentes y agrupamientos de los políticos patronales están discutiendo el trazo grueso de una política de “estabilización” económica, en términos de favorecer a los capitalistas ante la crisis económica creciente.

El Frente de Todos, con Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, Daniel Scioli; Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, José Luis Espert, etc.; y La Libertad Avanza, con la candidatura de Javier Milei; todos comparten la continuidad del ajuste fondomonetarista, que deberá expresarse en un avance más a fondo de medidas para cumplir con las metas del imperialismo norteamericano.

Avanzar aún más en el ajuste fiscal y en el recorte del gasto público y social, así como la eliminación de subsidio por vía de mayores tarifazos contra el pueblo trabajador; dar lugar a una mayor devaluación de la moneda liquidando el poder adquisitivo en pesos; sostener una elevada tasa de interés positiva, enfriando la economía y restringiendo el acceso al crédito; avanzando en la flexibilización y precarización laboral en sintonía con las demandas patronales; etc.

La estabilización de la economía que proponen los políticos capitalistas es a costa de los trabajadores, quienes también tenemos un plan estabilizador, pero opuesto por el vértice a los planteos capitalistas.

2. Desenvolver las luchas en curso

La clase trabajadora no se mantiene impasible ante esta orientación ajustadora que ya se desenvuelve con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y los gobernadores.

La lucha docente avanza con grandes paros y movilizaciones, con procesos importantes en provincias como Salta y Jujuy, contra toda orientación represiva contra los trabajadores. Se desenvuelven luchas en la salud y paros en los estatales.

El Sutna (neumático) enfrenta los ataques permanentes de las patronales, como el caso de la judicialización que impulsa la patronal de Bridgestone, y se encamina a una nueva paritaria luego de obtener la negociación salarial más importante del último periodo.

El movimiento de desocupados plantó bandera contra el ajuste de la ministra Victoria Tolosa Paz, enfrentando los recortes en los programas sociales y el ajuste en las partidas alimentarias y en los ingresos de los trabajador precarizados.

El plenario del FIT-U es un punto de apoyo y desarrollo de todas estas luchas, colaborando en su victoria y unificando los reclamos colectivos de la clase obrera.

3. Agrupar políticamente a los trabajadores

Pero no solo se trata de apoyar y desarrollar las luchas, sino de dotar a la clase obrera de una representación política propia, que se oponga a las candidaturas patronales y ajustadoras.

Los trabajadores y activistas no podemos asistir al proceso electoral como espectadores o partícipes de la representación política que pretende avanzar contra nuestras condiciones de vida. Tenemos que agruparnos políticamente de forma activa, y el Plenario de la Izquierda y los Luchadores ofrece la oportunidad de integrar a distintos sectores obreros y de lucha a una herramienta propia, como lo es el FIT-U, de cara a los trabajadores.

El activismo obrero y popular debe discutir sobre cómo erigirse como alternativa política, para no caer en las manos de los políticos ajustadores y abrirse paso en la resolución y satisfacción de sus reivindicaciones y a un programa político propio.

4. Discutir un programa

La clase capitalista discute y resuelve su plan de gobierno en los cabildeos, encuentros, reuniones y todo tipo de espacios donde los políticos patronales le rinden pleitesía a los principales referentes de la burguesía industrial, bancaria, especuladora y financiera.

Se trata de un proceso de espaldas a los trabajadores, ya que no pueden rendir cuenta de sus verdaderos intereses ante las principales víctimas de su orientación y sus programas de ajuste.

La convocatoria a un Plenario de la Izquierda y los Luchadores, que sesionará con distintas comisiones, sirve a los fines de deliberar y resolver un programa colectivo de los trabajadores para el Frente de Izquierda Unidad.

Un programa que defienda una perspectiva para los trabajadores, con la recomposición general de los salarios y el salario mínimo por arriba de la canasta básica, 82% móvil para los jubilados, creación de empleo con la obra pública y un plan de vivienda, nacionalización de sectores estratégicos de la economía bajo control obrero, etc.

5. Poner en pie una izquierda que se plante

La campaña del FIT-U tiene que contrarrestar los medios y recursos patronales e interesar a los trabajadores y luchadores para convertirse en una campaña activa por la defensa de una salida propia.

Necesitamos una izquierda que se plante, con independencia de clase, y que conquiste a nuevos sectores obreros a una conciencia política propia. Una izquierda que no se confunda con las variantes del régimen, o con la versión “consecuente” de un gobierno capitulador y dominado por el FMI.

Un debate que está abierto actualmente en el FIT-U con dos listas con características muy distintas. Mientras la fórmula de Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, integrada por el PTS e Izquierda Socialista, expresa un coqueteo y adaptación al kirchnerismo con especulaciones de tipo electoral; la lista que encabezan Gabriel Solano y Vilma Ripoll expresa las principales luchas y conquistas del movimiento obrero de la etapa, y se planta con un programa político de independencia de clase, y con los métodos históricos de la clase obrera: de allí la convocatoria al propio plenario.

El  plenario es un llamado a producir un hecho político de los trabajadores, sumando al activismo obrero, estudiantil, ambiental, de la mujer y las diversidades y a todos los sectores a sumarse a la lucha política contra las patronales, para que se vayan los políticos capitalistas y por un gobierno de los trabajadores.

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