Ciudad de Buenos Aires: Dejan hacer al macrismo
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El macrismo logró una ampliación de casi 3.500 millones de pesos del Presupuesto 2012, lo que equivale a más del 10% del total del año. La votación contó con el aval de sectores del kirchnerismo y del radicalismo, y hasta con la abstención aprobadora de Proyecto Sur. Los “opositores” se defendieron porque Macri les dijo que era para el pago de los aumentos salariales, que no se encontraban presupuestados. Estamos frente a una técnica presupuestaria fraudulenta, porque permite presentar un equilibrio con gastos abultados y, luego, obtener ampliaciones para pagar sueldos.
De todos modos, la mayor parte de esos aumentos de fondos no irá a los trabajadores, sino a los contratistas del Estado; en primer lugar, a las empresas beneficiadas con la concesión de los contratos de la basura, que están vencidos y no presupuestados. Otros gastos irán a obras irrelevantes, como las ciclovías y la señalización horizontal. Mientras tanto, la crisis en los servicios sociales fundamentales se incrementa -en especial, el sanitario-, como lo prueba la paralización de las obras en el hospital Alvarez, el cierre de la terapia intensiva pediátrica del hospital Durán y la crisis del hospital Borda. Tampoco se ejecuta la totalidad del presupuesto del Instituto de Vivienda y de infraestructura escolar.
El paquete aprobado por la Legislatura contempla un nuevo endeudamiento, esta vez por unos 600 millones de pesos. Se estima que bajo la gestión macrista el endeudamiento ha crecido en casi un 250%. La contracara es una mayor presión fiscal contra los trabajadores, como los megaaumentos del ABL y de Ingresos Brutos. La política macrista goza de un amplio apoyo de los bloques de la Legislatura. El kirchnerismo aprobó el Presupuesto de 2012 y la reforma de la Carta del Banco Ciudad; y Proyecto Sur dio su visto bueno a las exenciones impositivas a las empresas. Los unen la salvaguardia del capital y del Estado.