Políticas

26/2/2004|839

Clarín e Ibarra contra los vecinos del ex Padelai

Los que vivimos durante muchos años en el ex Padelai hemos leído indignados la nota de Clarín del 12 del corriente que lleva la firma de Constanza Durán, que titula que a casi un año del violento desalojo que padecimos "el 60% de las familias que vivían en el ex Padelai tienen casa propia". "Miente, miente, que algo quedará", dice un viejo dicho de siniestro origen.


La periodista ha apelado para informarse a uno de los personajes más oscuros de la política en San Telmo, ligado a todos los negocios sucios a que nos tienen acostumbrados los punteros de los partidos patronales: Alicia Vasconcelos. Como consecuencia de la fuente en que recabó la información, nosotros que somos las víctimas de una política antiobrera del gobierno de Ibarra, que desconoció los títulos de propiedad de nuestra cooperativa, nos acosó a través de la policía con requisas arbitrarias para que nos fuéramos, y culminó con un desalojo salvaje, en un operativo digno de la dictadura de Videla; resulta que no somos víctimas sino felices receptores de la política social del Gobierno de la Ciudad.


La realidad es que durante mucho tiempo fuimos tentados a firmar la resignación de nuestra propiedad sobre el 70% del ex Padelai, para que el gobierno hiciera un gran negocio inmobiliario con la propiedad, ofreciéndonos la zanahoria de subsidios que no alcanzaban para comprar una casa digna, o un crédito con cuotas que –dada la condición de desocupados o subocupados de la mayoría de nosotros– no estábamos en condiciones de pagar. Por esta razón la gran mayoría de los vecinos que aceptaron el crédito hoy son morosos, porque han pagado 0% de las cuotas y tal vez nunca puedan tener el título que acredite la propiedad de las viviendas que compraron, y los compañeros que aceptaron el subsidio de 15.000 pesos no pudieron comprar nada o contrajeron también una hipoteca que no pueden pagar.


Aparte de todas las mentiras sobre subsidios y créditos, lo cierto es que hay una gran cantidad de compañeros que quedaron en la calle, a muchos de los cuales no se les reconoció nunca que eran habitantes del ex Padelai y ni siquiera recibieron los 1.800 pesos para que los dejaran en los infectos hoteles de los "amigos" de Vasconcelos.


El respeto por la sacrosanta propiedad privada se aplica cuando los propietarios son los ricos, pero cuando un trabajador desocupado esgrime un título, los gobernantes progresistas de la ciudad lo ignoran olímpicamente.


Pero la frutilla de la torta de la nota de Clarín es cuando pretende eximir a la policía, que se dedicó a apalear embarazadas, ancianas y niños, de la responsabilidad de este atropello consumado por mandato de Ibarra. ¡No, Constanza, nadie del ex Patronato tiró ninguna piedra a un policía!, los canallas dieron un ultimátum y en cinco minutos entraron con topadoras, gases y bastones largos atacando a los vecinos, rompiendo sus pertenencias y generando el pánico entre los muchos niños que allí estaban. Las secuelas psicológicas de muchos de los ex habitantes del predio todavía siguen siendo tratadas en distintos centros de salud.


Señora periodista, la invitamos a realizar una entrevista con nosotros, ex vecinos del Patronato y miembros de la Cooperativa (cuyos libros el Inaes no nos quiere entregar), para que escuche la campana de los que hemos sido víctimas de un atropello en nuestros hogares y que todavía estamos dispuestos a defender la verdad y a luchar por nuestra justa causa.


 


Roberto Oscar Ardiles, Carlos Vargas, María José Carrizo, Miriam N. Díaz, Nélida I. Coronel, Everlinda Sandoval, Alejandro García, Mariana Romero, Miriam Navarro, Oscar Bosso, Soledad Flores, Inés Tolava, Nicolás Vargas