“En una charla con Clarín al menos diez de los denunciantes de que sus hijos sufrieron abusos aseguraron haber sido intimidados”, (29/6) “Dejáte de joder con la Iglesia porque van a violar a la nena delante tuyo” (ídem), amenazaron a uno de los denunciantes. Esta ha sido la reacción del clero a la denuncia de 21 padres, que envían a sus hijos a la escuela Nuestra Señora del Camino de la Iglesia Marplatense contra un profesor por “lesiones anales y vaginales”, contra alumnos de 4 y 5 años. Aunque la causa está caratulada de “abuso sexual gravemente ultrajante reiterado y calificado” (ídem) el acusado se encuentra sólo bajo arresto domiciliario. Los padres acusan a la Iglesia de protegerlo. El párroco que estuvo hasta hace poco a cargo de la escuela (“él tiene mucho que ver con lo que pasó” sostuvieron algunas madres ante Clarín”) (ídem), sólo es “un imputado no procesado” (ídem).

En la misma ciudad están radicadas otras graves denuncias por abusos en escuelas parroquiales. Los violentos ataques de los sectores clericales contra la lucha del movimiento piquetero por comida y trabajo tienen, entre otros objetivos, escamotear a la opinión pública el avanzado estado de descomposición de la Iglesia.