Cólera: El gobierno nos lleva a la tragedia
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El ministro de Bienestar Social, Julio César Aráoz se vale un arbitrarlo cotejo entre el número de afectados por el cólera que el gobierno esperaba para principios de marzo (tres mil) y la cantidad que señalan las cifras para esta fecha (205) para concluir que el brote estarla "focalizado", gracias - claro está "a la eficaz acción del gobierno"
El subdirector de Microbiología del Instituto Malbrán, Emilio Santabaya denunció, sin embargo, que las muestras de agua potable de la red de distribución extraídas en los partidos bonaerenses de La Matanza, Morón, Bella Vista y Florencio Varela (el ochenta por ciento del Gran Buenos Aires) están contaminadas del “scherlchia colli”, es decir de materia fecal, principal vehículo de contagio del cólera.
“Jabón y lavandina”
La grave denuncia del jefe módico pone al descubierto que lejos de estar “localizada" la epidemia amenaza extenderse a un nivel todavía mayor que el previsto. Las estimaciones de la epidemia basadas en las zonas sin redes de agua potable, se cifraban en “más de diez millones de personas". Con la contaminación de las redes de agua potable, el riesgo de contagio masivo se multiplica considerablemente.
En este contexto, la reciente afirmación del secretario de Salud de la Nación, Alberto Mazza de que “con Jabón y lavandina las escuelas quedan aptas para el dictado de clases” lucen absolutamente irresponsables. Las denuncias de los vecinos de que los tanques de agua de las escuelas están contaminados por falta de limpieza, es una prueba irrefutable de la incapacidad del aparato del estado menemista para hacer frente a la situación. Las declaraciones del ministro de Obras Públicas bonaerense, Eduardo Quiñones, negando la realidad de lo denunciado por el Malbrán, amenaza convertir a la incapacidad del gobierno en una responsabilidad criminal.
Control Popular
Para el gobierno, el cólera es asunto de jabón y lavandina, los dólares pueden seguir su flujo hacia los banqueros usurarios. Se insiste por televisión en que el problema es la higiene. Pero sin obras públicas, cloacas, redes de agua potable confiables, presupuesto de salud, alimentación y habitación adecuadas, el cólera avanzará Inexorablemente. El tema es el propio capitalismo que ha contaminado las aguas y los ríos. Va en 1961, en la llamada “Carta de Punta del Este", los gobiernos de América Latina reconocieron que debía proporcionarse en diez años agua y alcantarillados para el 70 por ciento de la población urbana y el 50% de la rural, lo que no se hizo. En 1984, un estudio de la calidad de agua potable demostró que el 75 por ciento de las aguas ofrecidas estaban contaminados, en distintos grados. El Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos demostró, en 1991, que la principal ruta de transmisión del cólera en las ciudades peruanas de Piura y Trujillo ¡¡era la red municipal de agua potable!! (Cronista, 2/3).
Todo esto indica que, lejos de estar focalizada, la epidemia de cólera está más “desparramada” de lo que las informaciones, oficiales y extraoficiales, pronosticaron o están dispuestas a admitir.
El gobierno no ha tomado ninguna medida presupuestarte para hacer frente a la epidemia. Peor aún. El reciente acuerdo con el FMI incrementa el excedente fiscal que el gobierno se ve obligado a generar para pagar los Intereses de la deuda externa.
La necesidad de la organización en barrios, fábricas, escuelas y hospitales para ejercer el control de las medidas necesarias para evitar la propagación de la epidemia es más imperiosa que nunca. Ni un gramo de confianza en las informaciones oficiales. Ni una escuela debe comenzar sus clases si no es sobre la base de un informe objetivo (del Instituto Malbrán o análogos) sobre la calidad de sanitarios y red de agua. Provisión de los fondos necesarios (aumento del 100% del presupuesto), en hospitales y centros de salud.
Estas son algunas de las medidas que ya deben exigirse.
No hay que tener miedo, sino — como dice el gobierno en su campana— hay que tener cuidado. Sí, hay que cuidarse decididamente de la política qué el gobierno está llevando adelante.
El FMI, primero
El cólera es una epidemia anunciada. A pesar de esto el gobierno redujo la inversión pública en 1991 en 2.600 millones de dólares, afectando por sobre todo el rubro salud.
Pero aún ahora, cuando el cólera ya se ha declarado, el presupuesto para 1992 reduce todavía más los fondos destinados a cloacas, agua potable e infraestructura hospitalaria.
En efecto, el acuerdo que acaba de firmar el gobierno con el FMI exige la obtención de un "superávit primarlo que alcance un promedio de 3.300 millones de dólares anuales sin Incluir privatizaciones'’. El "superávit primarlo " es el excedente de ingresos sobre gastos, que es destinado al pago de la deuda externa. El compromiso con el Fondo significa un incremento del 200% respecto a 1991.
El acuerdo con el FMI imposibilita cualquier acción del gobierno contra el cólera. El “ajuate" menemista incluye, a partir de aquí, la supresión física de varios miles de argentinos. Toda la función de la propaganda oficial para la prevención del cólera es una simple cortina de humo para ocultar una política criminal.
Villa 21 - Barracas: "El cólera no espera"
Desde el viernes 28/2 los vecinos de Villa 21 de Barracas están movilizados, realizando un corte de la Avenida Iriarte, para reclamar medidas básicas de saneamiento contra la epidemia de cólera.
El pliego de reivindicaciones reclama el desagote de pozos ciegos, la fumigación del barrio, la eliminación de los numerosos basurales ilegales que rodean la zona y la provisión de agua potable para los chicos, así como el comienzo de las obras elementales de salubridad y prevención de enfermedades, red cloacal y de agua corriente, pavimentación.
En el corte de Iriarte (asambleas de 300 vecinos) las pancartas de los vecinos dicen “el cólera no espera“. El municipio se ha limitado a mandar un camión atmosférico, que en una semana, no llegó a destapar los pozos de una manzana.
El Partido Obrero ha llamado a los vecinos y trabajadores de empresas de la zona a participar y solidarizarse con esta lucha contra el cólera en la Capital.
Tafí Viejo
Treinta vecinos del barrio Reconquista Sur, de Tafi Viejo, en Tucumán decidieron organizarse para imponer la erradicación de un basural que es usado por la municipalidad como vaciadero. Este basural es un foco infeccioso, que se agravó con las últimas inundaciones. Con la anterior intendencia los vecinos se habían movilizado para impedir que los camiones de la municipalidad siguieran descargando basura, pero solo se logró que la Intendencia fumigara por un tiempo el basural. Ahora, con la llegada del cólera, los vecinos se han auto-convocado para organizar una campaña de denuncia pública y una movilización a la Intendencia.
Corresponsal