El miércoles se reunió, luego de meses de parálisis, la comisión de finanzas de la Cámara de Diputados teniendo como único punto en el temario la situación de los hipotecados UVA, estafados por el gobierno macrista primero y sin alivio alguno en tres años de gobierno de los Fernández. Se trata de más de 100.000 familias cuya deuda no para de crecer al ritmo de una inflación totalmente descontrolada.

La reunión duró menos de 90 minutos y desde su informe de apertura ya se advirtió que no sería resolutiva en ningún aspecto y se limitaría a un debate inocuo entre los diputados. Si bien existe una variedad (casi una decena) de proyectos presentados por diputados de distintos bloques, a lo largo de todo el año parlamentario la comisión fue incapaz de dictaminar sobre cualquiera de ellos, dejando a las más de cien mil familias estafadas viendo cómo las cuotas significan cada vez un porcentaje más alto de los ingresos y le deben cada vez más capital a los bancos acreedores.

He ahí el quid de la cuestión. Con excepción del Frente de izquierda que presentó un proyecto de Romina Del Plá, nadie está dispuesto a tocar los intereses de los grandes ganadores de esta estafa: los bancos prestamistas, que someten a los endeudados a la usura para sostener su vivienda única.

El clima durante la reunión fue la búsqueda de consenso entre los distintos bloques patronales, quienes, frente a una movilización de los perjudicados, decidieron convocar a esta comisión para desarmar la presión pero sin dar solución alguna. Se habló de un “esfuerzo compartido” entre acreedores y deudores, pero los primeros vienen haciendo un enorme negocio (con los UVA, con las Leliqs y tantos otros negociados) y los deudores viviendo en condiciones cada vez más acuciantes.

En nombre de escuchar las distintas posiciones, por la comisión pasaron los voceros de los bancos, muchos exfuncionarios macristas que defienden el sistema de los UVA y niegan la estafa. Dentro de los diputados, el portavoz de estos intereses es Martin Tetaz, el economista de JxC que culpa a las familias por ser “estafados que no quieren dejar de serlo” en alusión a que quienes pelearon toda su vida por tener una casa propia no quieren liquidar su propiedad, vendiendo su hipoteca y retomando un régimen de alquiler que es otra situación dramática.

El proyecto del FIT-U plantea la eliminación del sistema UVA como forma de indexar los créditos hipotecarios y un límite al índice por el que se ajusta la cuota: no podrá ir más allá del 50% del Índice de Variación Salarial, y no podrá superar el 25% del ingreso familiar. Al mismo tiempo, impide la actualización del capital adeudado, un mecanismo perverso que contiene el sistema actual, y lo fija en el momento inicial planteando que “el valor total del saldo de la hipoteca que se adeuda quedará determinado por el valor de esta cuota mensual multiplicado por la cantidad de cuotas impagas”.

Ninguno de estos elementos, reclamados por el colectivo de estafados UVA, se trató en la comisión. La reunión quedó una vez más como un saludo a la bandera, a la espera de una próxima reunión donde la promesa es, esta vez sí, dictaminar, aunque todavía no se sabe si será una reunión conjunta con las otras comisiones o si para que se trate alguna clase de alivio en el recinto habrá que esperar que este mismo proceso tortuoso atraviese el camino burocrático de otra comisión.

Los estafados UVA no pueden seguir esperando, su deuda crece, su salario cae en términos reales y necesitan una respuesta urgente. Los partidos patronales están demostrando, una vez más, que detrás de su dilación e inoperancia se esconde la defensa de sus financistas y del gran capital financiero a costa de la salud y la vivienda de cientos de miles.

 

https://prensaobrera.com/politicas/confirmado-el-acuerdo-con-el-fmi-solo-trajo-mas-desquicio-economico

https://prensaobrera.com/politicas/la-deuda-del-tesoro-cada-vez-mas-en-la-cuerda-floja