Políticas
11/4/2023
¿Cómo enfrentamos el “fenómeno” Milei en la juventud bonaerense?
Un aporte a los debates del congreso del Partido Obrero de la provincia de Buenos Aires.

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Javier Milei.
Entrados en el año electoral, Javier Milei continúa creciendo en las encuestas, y su ascenso inquieta a las fuerzas de la palestra política nacional. Milei emerge como consecuencia del fracaso del radicalismo, el macrismo y el peronismo, y se alimenta de un hartazgo genuino de las masas contra la clase política dirigente que hace décadas hunde al país en la pobreza y la descomposición social. Su intención de voto no se debe a que una parte de la población se vuelca por la escuela económica austriaca, sino a una avalancha de bronca que Milei capitaliza con su supuesta lucha “contra la casta”. Pero es un engaño.
¿Qué pasa en la juventud?
Milei irrumpió decididamente en la juventud, en algunos sectores sembrando terror y en otros una perspectiva de salida “disruptiva” frente a la crisis. La izquierda debe intervenir en ambos debates, pues los dos presentan la posibilidad de reagrupar jóvenes en torno a un programa revolucionario. Veamos.
Muchos jóvenes precarizados provenientes de las villas y barriadas populares ven en Milei un personaje capaz de terminar con la pobreza sobre la base de la supuesta lucha contra la corrupción de los políticos, por un lado, y, por el otro, comprenden que si el peronismo representa al “progresismo” y con eso estamos cada vez peor, entonces la salida puede ser el antiprogresismo desde la derecha. En ese discurso, Milei promueve su ideología férreamente reaccionaria. Separar de las ideas reaccionarias de ese desencanto con la política y con el Estado constituye una tarea trascendental para la izquierda.
Es necesario confrontar con los distintos postulados de los falsos libertarios, desentreñando por ejemplo su planteo de precarización total de la mano de obra, de reforma laboral con pérdidas de derechos laborales. El debate es elemental: no podemos permitir que un solo joven confíe que con Milei va a ganar en dólares y se va a llenar de guita. Un video elaborado por Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero y precandidato a presidente por el FIT-U, refuta cinco mitos sobre esa dolarización que promociona Milei; es un insumo para abordar este debate.
Otro punto es desenmascarar su plan en materia de educación, que no solo parte de la privatización del sistema educativo (es decir, que estudie el que pueda pagar) sino que también promueve el oscurantismo clerical. Está en contra de la ley de educación sexual integral, del aborto legal seguro y gratuito, y en general de los derechos de mujeres y diversidades.
Lo central es que la corriente de pensamiento de Milei no se propone ninguna ruptura con el régimen social actual, más bien todo lo contrario. En la verborragia contra la “casta política”, los liberfachos encuentran el chivo expiatorio para salvar las relaciones sociales de producción capitalistas: “No es culpa del capitalismo, es culpa de los políticos y del Estado” dicen ellos. Es una definición ideológica que tiene como fin ocultar que el Estado responde a los intereses sociales, económicos y políticos de la clase social dominante. El objetivo final del Estado y la clase política es salvaguardar esos intereses sociales basados en la defensa de la propiedad de los medios de producción en manos de los capitalistas, para asegurar la explotación del trabajo asalariado. ¿Alguien escuchó a Milei rechazar al FMI? La respuesta es no. El propio Milei está atravesado por los intereses capitalistas más parasitarios, como lo demuestra su defensa del capital financiero internacional.
Todos estos contrapuntos hay que desenvolverlos promoviendo debates entre les jóvenes, en los barrios, en los secundarios, en los lugares de trabajo y de estudio en general. Naturalmente no se trata únicamente de un debate de ideas, sino también de ganar a la juventud al terreno práctico de la movilización popular y la lucha contra el Estado. Pero el debate ideológico está sobre la mesa y debemos recoger el guante. Las actividades de presentación del libro de Gabriel Solano, titulado ”Por qué fracaso la democracia“, es una oportunidad para ello.
Cómo enfrentar el temor a Milei
Muchos jóvenes ven en Milei, con justa razón, un enorme peligro. Es un temor justificado en la experiencia bolsonarista en Brasil y trumpista en EE.UU. Pero también surge de prestarle atención al programa reaccionario en toda la línea que promueve Milei, y también Espert. Quienes observamos sus intenciones sabemos que solo pueden imponerse con una represión brutal contra los sectores populares.
El peronismo, y sobre todo el kirchnerismo, aprovechan el crecimiento de Milei (que ellos mismos promueven) para extorsionar a un sector activista de jóvenes: “Hay que unirse y aguantar para que no gane Milei”. Es un remake del 2015, cuando reclamaban un voto al derechista Daniel Scioli para que no triunfe el más derechista Mauricio Macri. Este planteo constituye un callejón sin salida y conduce a la derrota de la juventud y los trabajadores. No se puede enfrentar a Milei con los culpables de su avanzada. No se puede exigirle a la juventud y a los trabajadores que voten y banquen a un gobierno que llevó a que en el conurbano el 45% de la gente sea pobre, a que 6 de cada 10 pibes no tengan acceso a las cuatro comidas diarias, y a que millones vivan en las calles sin acceso a la vivienda.
El punto crucial es abrir una perspectiva de organización socialista entre la juventud para superar al peronismo y derrotar las intenciones reaccionarias de Milei. El peronismo abona también al discurso radical de la derecha. La ministra Tolosa Paz se hace eco de los dichos de Milei, Marra y Espert para atacar al movimiento piquetero, con eje en ataques al Polo Obrero y a "Chiquito" Belliboni, uno de sus dirigentes; Sergio Berni discursivamente hace causa común con las voces de la ultraderecha y demostró no tener empacho en reprimir luchas populares en defensa de los intereses capitalistas.
Los sindicatos y centros de estudiantes dirigidos por el peronismo o el kirchnerismo dejan pasar sistemáticamente estos ataques contra los trabajadores y estudiantes que parten del gobierno. Están comprometidos a fondo con el ajuste que comanda Sergio Massa. Demás está decir que el mejor candidato para CFK es Sergio Massa, el hombre de la embajada yanqui que en su juventud supo ser amigo y compañero de Rodríguez Larreta en su militancia bajo la bandera de la Ucedé de Álvaro Alsogaray. El fracaso del progresismo kirchnerista y su nula perspectiva se confirma en la gestión de Kicillof al frente de la provincia de Buenos Aires: casi cinco millones de pobres, un déficit habitacional de dos millones de bonaerenses, pobreza, inseguridad y escuelas derruidas. Todo bajo el auspicio de su ministro estrella, Sergio Berni, que tiene en su prontuario, entre otras cosas, la desaparición forzada de Facundo Castro, lo que no motivó que Kicillof lo eche del gobierno.
Una posible candidatura de “Wado” de Pedro o incluso de Grabois no modifican en lo más mínimo el cuadro político y la perspectiva del kirchnerismo como fuerza política. Solo serían el mascarón de proa progre de un armado político que tiene como objetivo el rescate del capital financiero y cumplir con las recetas de ajuste del FMI para “estabilizar” la economía a expensas del sudor, la sangre y las lagrimas de los trabajadores. Juan Grabois, no por casualidad, pregona el modelo ultraprecarizador y de subsistencia de la autodenominada “economía popular”. Renuncia a luchar por puestos de trabajo genuino, bajo convenio y con salarios por encima de la canasta familiar, y defiende el trabajo precario, con salarios paupérrimos. Con un modo de producción cooperativista, las empresas de la “economía popular” terminan funcionando como tercerizadas de grandes compañías.
En síntesis, derrotar a los liberfachos solo puede lograrse con una acción independiente de la clase obrera y la juventud. Para eso hay que estructurar a su vanguardia en un partido revolucionario, que solo puede prosperar sometiendo a las fuerzas políticas que nos llevaron hasta acá a una crítica implacable, sin concesión alguna. De otra manera, un sector importante de jóvenes y trabajadores pueden asimilar a la izquierda al resto de las fuerzas políticas tradicionales. De ocurrir eso, Milei sería el gran beneficiado.
En esta pelea estamos en todo el país, y sobre todo en la provincia de Buenos Aires, donde impulsamos con nuestros precandidatos Gabriel Solano, Romina Del Plá, y Néstor Pitrola la consigna “Fuera los políticos capitalistas. Por un gobierno de la izquierda y los trabajadores”. Ese perfil de impugnación y ruptura con el régimen social es el que debe adoptar la campaña del Frente de Izquierda Unidad.
Esto se pudre, y la izquierda no puede quedar en la misma bolsa. Debe ser quien agarre la bolsa y junto a los trabajadores arroje a los políticos capitalistas al basurero de la historia.
https://prensaobrera.com/internacionales/no-existen-libertarios-cuando-hay-crisis-financiera-la-brutal-leccion-de-silicon-valley-bank
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