Cómo se gestó -y se resistió- el acto de la CGT

Lo que va a leerse es el testimonio puesto por escrito por un simpatizante. Sólo se han alterado u omitido nombres por una cuestión de preservación de los compañeros.

“El viernes 29 de abril, aproximadamente a las 7:15, me llamó el secretario gremial y me dijo que nos pasaban a buscar a las 8:30. Le comenté que había recibido un correo de la gerencia informando que al personal que se retirara le descontarían las horas. Me contestó que no me hiciera problemas, que si lo hacían se iba a armar quilombo. Le contesté entonces que debía consultar al resto de los compañeros y que yo tenía decidido no ir. Me miró y, en ese momento, no me dijo nada.

Finalizada la entrevista con el secretario gremial, me dirigí al comedor donde estaban los compañeros y les comuniqué las novedades. Atrás mío, venían dos directivos del gremio. Les indico que vengan al comedor, ingresan y, textual, dice uno de ellos ‘todos afuera’ y le digo que yo no voy a ir, a lo que me pregunta por qué y le digo que personalmente no voy a concurrir a una movilización convocada por la dirección de la CGT, a lo que me responde que la convocatoria es del secretario general de nuestro gremio. Nuevamente le contesto que no y pasa a preguntarle al resto de compañeros, que dicen que tienen que pensarlo.

El mismo directivo que había dicho ‘todos afuera’, dice que si no vamos ‘después veremos qué pasa’.

Nos comunicamos con compañeros de otra sección para ver qué hacían y acordamos una reunión de urgencia. Estos compañeros plantean que tampoco quieren ir -uno de ellos, menos convencido, dice que quizá deberíamos ir porque se pueden complicar las paritarias. Hubo un par de intervenciones más y en definitiva se resolvió no ir y aguantarse lo que venga”.