Cómo sepultar al régimen de Alperovich
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Tucumán
El gobierno provincial está sufriendo un acelerado proceso de disgregación. Se acaba de producir la ruptura del bloque legislativo oficial con el surgimiento de un bloque alineado con Massa, que tiene como cabecera de playa la intendencia de Famaillá. Varios concejales, dirigentes y punteros han anunciado su pase al massismo. Uno de los empresarios que más ha crecido en los últimos tiempos, Emilio Luque, ya emigró en esa dirección. Se especulaba con que el propio Alperovich se iba al massismo. Las versiones no desmentidas aseguran que el massismo y el Acuerdo Cívico liderado por la UCR estarían discutiendo un acuerdo electoral. El desplazamiento de la esposa de Alperovich, la senadora Beatriz Rojkés, de la presidencia del Senado, muestra que el gobierno nacional le soltó la mano al de la provincia, incluso si no pretende echarlo antes de tiempo.
El discurso de inicio legislativo de Alperovich quedó sepultado por estos virajes y por una incesante movilización popular.
La movilización en el 8º aniversario del crimen de Paulina Lebbos, el 26 de febrero, fue seguida por luchas -en especial, la de docentes y del movimiento autoconvocado, que han desbordado a las diferentes burocracias docentes.
El inicio del paro nacional docente reunió una multitud de más de 4.000 trabajadores de la educación en plaza Independencia. La huelga docente fue masiva. En la misma jornada se movilizaron los trabajadores de la salud, convocados por el Sitas, los municipales de la capital y el interior, con piquetes y bloqueos. La docencia universitaria paralizó la universidad en un plan de lucha que continuó con un paro de 72 horas los días 10, 11 y 12 de marzo. Los controladores aéreos paralizaron los vuelos en apoyo a sus reclamos.
Los trabajadores reclaman salarios iniciales por encima de los 8.000 pesos.
La crisis laboral se agudiza con los despidos y suspensiones, especialmente en la construcción. En el citrus, a pesar de la devaluación, las patronales anunciaron que un tercio de los cosecheros no serían convocados este año. El gobierno declaró la emergencia agropecuaria para favorecer con subsidios a las patronales citrícolas y azucareras, pero no prohíbe las suspensiones y despidos.
En este escenario, las diferentes CGT no han dado señales de vida.
La situación es en extremo favorable para ampliar el campo de acción del Frente de Izquierda, por un lado encabezando la lucha contra el ajuste y, por el otro, apoyando resueltamente la lucha contra la impunidad, que es el corazón del derrumbe del régimen político en Tucumán.