Cómo y por qué paramos el 10
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El paro convocado por Moyano y Barrionuevo, el 10 de abril, evitó empalmar y reforzar la huelga general docente bonaerense, lo que hubiera sido suficiente para poner fin al ajuste. Tras el cierre de la huelga docente por parte de Baradel y compañía, firmaron de apuro Caló, Yasky y Gerardo Martínez -y siguen las firmas.
Se trata de un paro aislado que busca descomprimir la presión de la crisis por algunas semanas y adaptarse a la evolución que vaya siguiendo el Rodrigazo.
Todo paro nacional es político, por ser un movimiento del conjunto de los trabajadores. Pero la perspectiva política de quienes lo convocan se ajusta al libreto de la oposición, que fatiga por estas horas los despachos de Wall Street y de Washington. Es precisamente desde estos centros que se le ‘aconsejó’ a Massa rechazar el paro del 10, luego de su repudio reiterado a la huelga docente. El capital financiero no quiere que el movimiento obrero arruine los arreglos que se negocian en el Club de París y con los fondos buitre.
Conscientes de esta situación, Moyano y Barrionuevo largan un paro aislado que les permitirá armar una tregua de varias semanas hasta que aclare el panorama del plan de ajuste.
El carácter dominguero del paro no puede ser separado de todas las presiones para que se reglamente aún más el derecho de huelga y se prohíban los piquetes. La burguesía quedó muy golpeada por el rechazo de los docentes a la conciliación obligatoria. Un ex ministro de Trabajo utilizó la columna de Clarín para reclamar el establecimiento del arbitraje obligatorio. En oposición a este ataque a los métodos de lucha de los trabajadores, llamamos a multiplicar los piquetes de propaganda y discusión, para que puedan manifestarse todas las tendencias reivindicativas del movimiento obrero, en especial en los sindicatos que no adhieren al paro aislado.
Según los principales dirigentes del Sitraic, el paro del 10 de abril será un “parazo” en las obras. La actividad ha caído brutalmente, con la consecuente secuela de despidos. Por otro lado, el repudio a las cuotas del 15% más 10% firmadas por Gerardo Martínez es muy grande.
Fate parará a pesar de Wasiejko, lo que refleja una experiencia de lucha contra todos los atropellos en el último tiempo, así como los resultados de la política de reorganización clasista efectiva de la fábrica. El paro se presenta masivo en el gremio gráfico, donde ya hay resoluciones de asamblea en los principales talleres. Lo mismo en numerosas plantas metalúrgicas (la paritaria siderúrgica y del aluminio no cerró con la general de la UOM), algunas de ellas en lucha -como Aluar Madryn, en quite de colaboración por salarios. El repudio a lo firmado por Caló es extendido. Habrá paro en plantas perfumistas, plásticas, papeleras. Se abrió ahora mismo una gran deliberación en el subte, única rama del transporte cuyo sindicato formalmente no para; que decidan las asambleas en todos los sectores y un plenario de delegados con mandato.
El paro será enorme en la docencia de todo el país y aún en la provincia de Buenos Aires: la docencia sigue movilizada, aún después del cierre de la paritaria. Coincidirá con la profundización del plan de lucha de Aten, con los masivos paros mendocinos y con una decena de provincias.
El Sutna San Fernando ha convocado a un plenario clasista para determinar una política frente al paro y un plan de acción. Reivindicamos este método, porque busca unificar sobre la base de la lucha concreta y no se presta a ninguna forma de confusión política, en especial de aquella que se aparta de la delimitación política de la burocracia sindical y de la promoción de la independencia política de la clase obrera. En oposición a una nueva tentativa de desviar la crisis capitalista detrás de un recambio político patronal, en Argentina se procesa una alternativa política de los trabajadores, que es el dato estratégico que debería estar en la cabeza de todos los activistas y luchadores.
Vayamos con todo a la huelga del 10, para destruir el plan de ajuste y avanzar en una perspectiva política obrera independiente.