Políticas

21/11/2021

TARIFAZOS

Comodoro Rivadavia: avanzan con aumentazos en el transporte público

Estos ataques hay que responderlos con la organización de usuarios y trabajadores.

Un proyecto de ordenanza para aumentar el precio del transporte público, enviado por el Ejecutivo municipal, tomó estado parlamentario este martes 23 en el Concejo Deliberante de Comodoro Rivadavia.

El aumentazo del boleto es del 48%. Esto significa que el costo de un pasaje será de $53,15 en enero 2022 y $69,62 en junio, mientras que el suburbano $69,62 en enero y 75,18% en junio de 2022. Actualmente el boleto urbano es de $41,85 y el suburbano cuesta $45,19.

Este nuevo aumentazo del boleto lo promueve el ejecutivo municipal, de la mano del intendente Juan Pablo Luque, una de las principales figuras del PJ-Frente de Todos en Chubut, que al otro día del derrumbe de Arcioni en las elecciones, se sacaba una foto con él en Comodoro Rivadavia, para garantizarle “gobernabilidad”.

En Comodoro Rivadavia, una ciudad de más de 300.000 habitantes y con uno de los ejidos más extensos del país, es principalmente la clase trabajadora la que se moviliza por este medio, por lo tanto a ella va dirigido el ataque, mientras en paralelo se avanza en beneficios impositivos para las empresas con el descuento del ítem Zona Desfavorable de impuestos nacionales de la AFIP, quita rebaja de impuestos para las pesqueras que exportan y una nueva “Ley Chevron” para las petroleras. Entonces, ¿Quiénes pagan siempre la crisis?

Basta de beneficios extraordinarios para la empresa Patagonia Argentina

La principal empresa concesionaria del transporte público en Comodoro es Patagonia Argentina SRL, cuyo contrato de concesión vence en 2022. Según el contrato, la flota original en 2007 constaba de 120 unidades. En los convenios de prórroga realizados en 2014 esa cantidad se amplió en 125, con posibilidad de 5 unidades adicionales. Posibilidad, no obligación, frente a una ciudad que ha tenido un enorme crecimiento poblacional en los últimos años.

Por otro lado, todo Comodoro sabe que la concesión contiene cláusulas que brindan un esquema de subsidios y beneficios extraordinarios a la empresa: un 12% de ganancia, inamovible, sea cual sea la situación. A esto se suma otro hecho que reporta mayores márgenes de ganancia para la empresa: Patagonia Argentina nunca ha repuesto la cantidad de unidades que recortó en plena pandemia. Utiliza en la actualidad 70% de su capacidad. Eliminadas las restricciones hace varios meses, la empresa reduce costos y genera una mayor concentración de pasajeros en las unidades, un hecho muy peligroso en términos epidemiológicos.

En este contexto, el presupuesto municipal 2022 que también envió al Concejo el intendente Luque, estipula subsidios por 820 millones de pesos, cifra que podría ser aún mayor, si se avanza con eventuales naftazos y recortes de subsidios a nivel nacional y provincial, si se avanza con un acuerdo con el FMI.

Este esquema no funcionaría sin la complicidad de la burocracia sindical de la UTA, que cada tanto se ve forzada a realizar medidas o amenazas de medidas en el marco de paros generales en las provincias, por los reiterados atrasos en el pago de sueldos que se han generado desde 2017, cuando el gobierno de Macri impulsó el Pacto Fiscal, con el apoyo de los gobernadores, lo cual significó enormes recortes en los subsidios nacionales al transporte, trasladando esos costos a provincias, municipios y al precio del boleto que pagan las y los trabajadores.

Rechacemos los aumentazos, por un transporte público en función de las necesidades sociales

Como ha denunciado el Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad en todo el país durante la campaña electoral, pasadas las elecciones, empezaron los aumentazos en el transporte, y seguirán los tarifazos y los naftazos, políticas que en todo el continente han sido el chispazo de enormes rebeliones populares, como en Chile, Colombia, Ecuador, entre otros países de la región.

En Comodoro Rivadavia y en todo el país, se trata de un sistema de transporte inviable, porque funciona sobre la base de ganancias privilegiadas para los concesionarios garantizadas por el Estado y el poder político, y un empobrecimiento creciente de los trabajadores, tanto usuarios como choferes. Es necesario cortar de raíz este esquema de prebendas y discrecionalidad en el manejo de los subsidios públicos. La salida que proponen, que es en los términos de las empresas, con más subsidios públicos y aumentazos del boleto, no es capaz de garantizar la continuidad de un servicio tan esencial como el transporte, y es el anticipo de grandes choques sociales.

Estos ataques hay que responderlos con la organización de usuarios y trabajadores, para rechazar los aumentos en el boleto, así como el desmantelamiento del sistema mediante la reducción de frecuencias y la eliminación de recorridos. También hay que rechazar despidos masivos y ataques al convenio de trabajo, que solo pueden pasar con la complicidad de la burocracia que dirige la UTA, que debe ser recuperada por sus trabajadores.

Impulsemos la apertura de los libros de las empresas, y la estatización bajo control de trabajadores y usuarios, para diseñar un sistema de transporte ajustado a las necesidades de las mayorías populares.