Tomó estado público que el exsenador y dueño de una franquicia de iglesias evangélicas, Héctor Bonarrico, recibiría un subsidio de, por lo menos, 18 millones de pesos. Los fondos que iba a recibir equivalen al presupuesto de merienda para un año de siete escuelas con 700 niños, 178.570 litros de leche o casi el 15% del presupuesto anual de la Secretaría de la Mujer.

El subsidio sería parte de un acuerdo para contar con la adhesión del pastor a las filas del oficialismo. Esto, que era un secreto a voces durante su mandato como senador, también significó la declinación de su candidatura a gobernador en 2019 y el apoyo de “sus fieles” a la candidatura de Rodolfo Suárez.

Como se ve, Alfredo Cornejo primero y luego Rodolfo Suárez utilizan los recursos de la provincia para la compra de voluntades políticas. Un verdadero escándalo para los que se presentan como defensores de los valores republicanos y de anti corrupción.

El acuerdo

Frente al escándalo público, el gobernador Rodolfo Suárez, decidió dar de baja el subsidio y desligarse de Bonarrico, diciendo que no es parte de la mesa de conducción del frente oficialista. El pastor no encontró mejor forma de expresar su despecho por el acuerdo frustrado y empezó a ventilar los detalles.

El ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez y el intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar, son los hombres que habrían “gestionado el acuerdo”, según señala el diario Los Andes (27/5). El primero es la mano derecha del actual gobernador, el segundo es hombre de confianza de Alfredo Cornejo y su “delfín” para la gobernación 2023.

Según la misma fuente no existía un acuerdo, sino dos. El primero contemplaba que Bonarrico renovara su banca, lo cual no se cumplió, por lo que en compensación se crearía una repartición de culto. Pasada las elecciones de medio término se desechó la creación de la repartición y se estableció la suma de “9 millones de pesos para 2022 y para 2023 no menos que el primer año” según la letra del decreto que da forma al financiamiento.

“Se ha destapado un Bonarricogate que sabemos cómo empieza pero no dónde termina” señalaba un locutor radial, que pinta de cuerpo entero la crisis en desarrollo que tiene el gobierno provincial.

Republicanos truchos

El escándalo es una verdadera burla al pueblo trabajador que padece una emergencia laboral y social sin precedentes con registros de desempleo y pobreza muy por encima de la media nacional.

Bonarrico no es una excepción, es la regla, de un régimen dominado por la corruptela política y los intercambios de favores, con fondos públicos. Como antecedentes inmediatos está “el acuerdo de caballeros” que establecieron radicales y peronistas para ocultar la malversación de fondos del Casino y salvar al radical Miguel Bondino y al peronista Carlos Bianchinelli. También la tercerización de la asistencia social mediante el nefasto Albino, que acaba de inaugurar un hospital con fondos públicos y es saludado por el Frente de Todos.

El gobierno de los “republicanos” que despotricaban contra Julio De Vido, José López y las causas de CFK se revela de la misma calaña.

Urge hacer público todos los convenios y subsidios que entrega la provincia, pero también los municipios. En lo inmediato corresponde que aparten de su cargo al ministro de Gobierno Víctor Ibáñez y al intendente de Godoy Cruz Tadeo García Salazar.